El verano pasado se recuperaron, entre otros restos, nueve cañones./ Foto: Underwater Archaeology Unit
Alberto Rubio. 01/02/2016
“Un trabajo hecho desde el corazón”. Así describió el embajador de Irlanda, David Cooney, el libro del periodista David Revelles “En los confines de Hibernia”, en el que narra detalles poco conocidos sobre los náufragos de la Armada Invencible que llegaron a las costas de Irlanda.
Cooney destacó durante la presentación, celebrada en la librería del Boletín Oficial del Estado (BOE) el pasado 19 de enero, que la obra del periodista catalán “es diferente” de los numerosos trabajos académicos realizados hasta ahora sobre la Armada Invencible.
“El libro nos lleva desde Dublín hasta la costa norte y oeste de Irlanda, visitando lugares ligados a la Armada, pequeñas ciudades, pueblos y sitios remotos”. Pero “más que los lugares físicos”, añadió, “David nos cuenta sobre la gente, la gente autentica. La gente que vivió y murió hace más de cuatrocientos años y la gente que vive allí hoy en día”.
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Los restos recuperados están siendo tratados para su conservación en el Museo Nacional de Irlanda
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David Revelles describe el destino de aquellos que embarcaron en la Armada y se centra, como hilo conductor, en la peripecia de dos de esos hombres. Pero también deja constancia del trabajo de un grupo de entusiastas en Irlanda, formado por historiadores y buceadores subacuáticos, que han podido recuperar restos de los navíos hundidos.
El embajador subrayó en su discurso, en español, que “existe una gran empatía entre irlandeses y españoles” y aseguró que “si aquellos españoles que lucharon por llegar a la costa en 1588 no recibieron el famoso Céad Míle Fáilte, las cien mil bienvenidas que promete nuestra Oficina de Turismo, estamos haciendo lo imposible para compensar por aquello en la actualidad”.
David Cooney, que recordó con afecto la visita de los reyes Juan Carlos y Sofía a Irlanda, informó de que, a pesar de las dificultades añadidas por el cambio climático y por la crisis económica, “en una operación realizada el verano pasado se recuperó del fondo del mar un número de artefactos, incluyendo nueve cañones, algunos bellamente ornamentados, y la rueda de un gran afuste”. Todos estos restos “están siendo tratados para su conservación por el Museo Nacional de Irlanda”.