Taleb Rifai, en el centro, durante la presentación./ Foto: A.R.
Alberto Rubio. Madrid
El efecto del terrorismo sobre el turismo es la principal preocupación de la Organización Mundial del Turismo (OMT), según dijo ayer su secretario general, Taleb Rifai, durante la presentación de los resultados del sector en 2015.
A pesar de que en 2015 se alcanzó la cifra récord de 1.184 millones de viajeros en todo el mundo y que las perspectivas para 2016 señalan un crecimiento global en torno a un 4%, Rafai dejó entrever que el terrorismo puede hacer que algunos países adopten medidas restrictivas, endureciendo los controles fronterizos o recuperando la obligatoriedad de visados.
Esas restricciones, a su juicio, serían un error porque supondrían frenar una actividad “beneficiosa para todo el mundo, que sigue creciendo a pesar de todos los desafíos” y que, además, va más allá del puro negocio: “el turismo es desarrollo”, afirmó.
Según Rifai, “tenemos que seguir viajando con mayor precaución y más medidas de seguridad”, pero “no debemos dejarnos llevar por el pánico porque eso es precisamente lo que quieren los terroristas”.
El secretario general de la OMT Rifai señaló que los ataques de los extremistas son una amenaza global a la que “se debe responder de forma global”. Por ello, considera que la comunidad internacional debe compartir todos los medios a su alcance -inteligencia, tecnología, seguridad- para vencer en esta batalla.
En cuanto a los datos del año pasado, Rifai señaló que los 1.184 millones de turistas suponen un incremento mundial de un 4,4%, es decir 52 millones más que en 2014. Ello hace que 2015 sea el sexto año consecutivo de crecimiento. Sólo África registró en conjunto una tasa negativa (-3,3%) mientras que el mayor incremento de viajeros se produjo en Europa con un 5%, seguida de América (4,9%), Asia-Pacífico (4,8%) y Oriente Medio (3,1%).