<h6><strong>Luis Ayllón</strong></h6> <h4><strong>El secretario de Estado de la Unión Europea, Juan González-Barba, que fue cesado ayer en su cargo por el Consejo de Ministros, aspiraba a ser nombrado enviado especial del secretario general de Naciones Unidas, Antonio Guterres, para Chipre, pero no recibió el apoyo del Gobierno español, según supo The Diplomat de fuentes solventes.</strong></h4> La falta de respaldo ha causado <strong>sorpresa en las partes implicadas, fundamentalmente, Chipre, Grecia y, sobre todo, Turquía,</strong> que se mostraban de acuerdo con que González-Barba pudiera ocupar un puesto que está vacante desde que, el pasado mes de julio, finalizó su mandato la estadounidense Jane Holl Lute. <a href="https://thediplomatinspain.com/2021/12/pascual-navarro-nuevo-secretario-de-estado-de-la-ue-en-sustitucion-de-gonzalez-barba/"><strong>González-Barba fue relevado ayer por Pascual Navarro</strong> </a>-que era secretario general de la UE- al frente de la Secretaría de Estado, consumándose así algo que era esperado desde hace varias semanas entre los altos cargos del Ministerio de Asuntos Exteriores, tras evidenciarse el distanciamiento con el titular del departamento, José Manuel Albares. Pese a que González-Barba fue el único de los secretarios de Estado nombrados por la anterior ministra, Arancha González Laya, al que mantuvo en el puesto Albares tras su llegada al Palacio de Santa Cruz el pasado mes de julio,<strong> los desencuentros se fueron acumulando</strong>, no tanto por cuestiones de contenido, como de funcionamiento. <strong>Albares deseaba tener un mayor control de las actividades de González-Barba</strong>, de quien consideraba que actuaba de manera excesivamente independiente. De hecho, ayer, en una comparecencia conjunta ante la prensa con el ministro de Asuntos Exteriores de Luxemburgo, Jean Asselborn, Albares dejó traslucir los motivos por los que ha adoptado la decisión relevar a González-Barba, al afirmar que <strong>“la política y la acción exterior de España, aún más si cabe la de la UE, la marca el presidente del Gobierno,</strong> y a partir de ahí, la cohesión detrás de lo que marca el presidente del Gobierno en todas las áreas de la política exterior, y para la UE, donde los Consejos Europeos son tan fundamentales”. La discrepancia con su secretario de Estado llevó incluso al ministro a decidir que no acompañara al presidente del Gobierno, Pedro Sánchez, a la reunión del Consejo Europeo celebrada la pasada semana en Bruselas, algo que siempre hacía. Ante la falta de entendimiento, González-Barba, según las fuentes consultadas por <em>The Diplomat,</em> optó por buscar una salida tras dejar el puesto de secretario de Estado, que incluía el nombramiento como embajador en un país europeo o, bien, <strong>obtener el apoyo del Gobierno para ser nombrado enviado especial del secretario general de la ONU para Chipre.</strong> <strong>Esta última posibilidad quedó cortada de raíz, ante la falta de respaldo del ministro</strong> para que se pudiera materializar, a<strong> pesar de que las partes implicadas, fundamentalmente Chipre y Turquía se mostraban de acuerdo</strong>, algo imprescindible para que el secretario general de la ONU pudiera llevar a cabo el nombramiento. Las fuentes consultadas señalaron que la iniciativa de proponer el nombre de González-Barba partió, hace más de un mes, del<strong> ministro chipriota de Asuntos Exteriores, Nikos Christodoulides</strong>, y fue trasladada al Gobierno de Turquía. Al parecer, el presidente turco, <strong>Recep Tayip Erdogan, manifestó su conformidad a las autoridades españolas durante la cumbre bilateral celebrada el pasado 17 de noviembre en Ankara</strong>. Por su parte <strong>Grecia, a través de su ministro alterno de Asuntos Exteriores</strong>, <strong>Meltiadis Varvitsiotis</strong><strong>,</strong> también habría indicado al propio González-Barba, cuando se reunieron en Sevilla el 23 de noviembre, que, si la candidatura era propuesta, contaría con el apoyo heleno. <strong>González-Barba,</strong> que estuvo destinado en Atenas y <strong>habla grieg</strong>o,<strong> ha sido también embajador España en Turquía,</strong> circunstancia que habría <strong>influido de manera favorable en los turcos</strong> para respaldar su candidatura, <strong>pese a las tradicionales reservas de Ankara de que un europeo se ocupe del dossier de Chipre en Naciones Unidas.</strong> La perspectiva del nombramiento de González-Barba, según las mismas fuentes, fue acogida también con entusiasmo por el <strong>Servicio Europeo de Acción Exterior</strong>, que dirige el Alto Representante de Política Exterior de la UE, Josep Borrell. La posibilidad de que siguiera adelante la iniciativa se mantuvo en pie, al parecer, hasta el 9 de diciembre, fecha en que realizó una<strong> visita de trabajo a España el presidente de Chipre, Nikos Anastasiadis.</strong> Posteriormente, los días 14 y 15, e<strong>l ministro Albares realizó sendas visitas a Grecia y Chipre,</strong> con motivos de los recelos suscitadas en esos países por la cumbre hispano-turca de noviembre. En esos encuentros, Albares <strong>habría hecho conocer a sus interlocutores que González-Barba no contaría con el apoyo del Gobierno español</strong> para el puesto, una decisión que tendría que ver con las diferencias que venían manteniendo. En medios diplomáticos consultados por <em>The Diplomat</em>, ha causado bastante<strong> sorpresa que no se haya apoyado una candidatura que contaba con bastantes posibilidades de salir adelante</strong> y que podría paliar los fracasos alcanzados en los últimos años con distintas propuestas para poner a un español al frente de organismos internacionales. Así sucedió, entre otras, con la candidatura de la vicepresidenta Nadia Calviño para dirigir el Eurogrupo, del ex ministro de Ciencia e Investigación, Pedro Duque, para ponerse al frente de la Agencia Espacial Europea; del diplomático Hansi Escobar para ser enviado especial de la UE para el proceso de paz de Oriente Medio; o de la ciudad de León para acoger el Centro Europeo de Ciberseguridad.