<h6><strong>The Diplomat</strong></h6> <h4><strong>El opositor cubano Yunior García, que llegó el miércoles a España, aseguró ayer en Madrid que no tiene intención de pedir asilo político en nuestro país y cree que el régimen castrista le dejó salir de la isla para que no se convirtiera en un símbolo de la resistencia.</strong></h4> García, dramaturgo y una de las principales voces del <strong>Grupo Archipiélago, que promovió la frustrada ‘Marcha Cívica’</strong> del pasado día 15 en Cuba en demanda de mayores libertades, convocó a la prensa para explicar los motivos de su salida de ese país, en compañía de su esposa, con sendos visados de una duración de 90 días. El disidente reconoció que la decisión de abandonar la isla no fue fácil y señaló que la tomó consciente de que aunque estaba convencido de que no le encarcelarían para no convertirle en “un símbolo”<strong> tratarían de incomunicarle y silenciarle</strong>, informa<em> Europa Press.</em> En este sentido, comparó su situación y la de su mujer con la de las palomas que aparecieron decapitadas frente a su casa. “Hemos volado porque <strong>si nos quedamos en Cuba nos decapitan”,</strong> afirmó, recalcando que mantiene firmes sus ideas y principios y no pretende renunciar a ellos. “Lo único que tengo es mi voz, no podía quedarme callado, alguien tiene que decir lo que pasa”, esgrimió, al tiempo que dejó claro que su intención es regresar a la isla pero por el momento no sabe cuándo podrá hacerlo. Yunior García sostuvo que <strong>el Gobierno cubano dejó de ser de izquierda y es una “tiranía”</strong> compuesta por una “casta” de dirigentes que viven como “burgueses” y que se han convertido en “conservadores” que quieren mantener su estatus. Negó que su salida suponga una “victoria” para el régimen ya que<strong> lo que buscaban era silenciarle</strong> y no han conseguido arrebatarle su voz para que pueda contar al mundo lo que está pasando en la isla. “La relación con Cuba tiene que madurar”, defendió, subrayando que en la isla “el matrimonio entre el Gobierno y el pueblo es un matrimonio fallido donde el régimen se comporta como un marido abusivo”. Aludió a que Fidel Castro dijo en su día que la Revolución no se convertiría en Saturno que devoró a sus hijos, “pero lo cierto -enfatizó es que ya devoró a sus hijos y ahora mismo está devorando a sus nietos”. El opositor denunció que, en Cuba, “las personas son tratadas como gusanos, son amenazadas y golpeadas” así que <strong>“no hay ningún tipo de democracia”.</strong> Y mostró su <strong>incomprensión con la dificultad que, en particular desde la izquierda, parecen tener para hablar de dictadura en la isla.</strong> “<strong>Lo que existe en Cuba es fascismo,</strong> no se puede llamar de otra manera lo que viví en los últimos días”, subrayó, en referencia a las amenazas y el acoso del que ha sido objeto. “¿Cómo puede creer alguien que eso es de izquierdas?”, planteó, asegurando que si es así, puesto que él es se considera de izquierda, “me avisan que me retiro”. En este sentido, pidió a la comunidad internacional que “deje de mirar para un lado” en lo que se refiere a Cuba. Lo que hay allí, explicó, recurriendo a términos del teatro que es su profesión, “es una farsa mediocre, un espectáculo de mal gusto”. “Si el mundo sigue aplaudiendo ese espectáculo de mal gusto voy a perder mi fe en la humanidad de estos tiempos”, admitió. Al ser preguntado si prevé mantener contactos, entre otros partidos, con Podemos, durante su estancia en España, García contestó que está “abierto a conversar con quien sea”. “Hay que hablar con todo el mundo”, dijo, recalcando que no quiere “que se derrame ni una gota de sangre de ningún cubano, piense como piense” para lograr el objetivo de la libertad en la isla.