The Diplomat
El ministro de Asuntos Exteriores, José Manuel Albares, afirmó ayer en el Senado que el aumento de la tensión diplomática entre Marruecos y Argelia es “altamente preocupante” y que él mismo ha trasladado personalmente esta preocupación a las dos partes, a las que también ha pedido “contención y diálogo”.
En respuesta a una pregunta del senador Pablo Gómez, de Más País, sobre el “aumento de la tensión en el Sáhara”, un año después de que el Frente Polisario diera por roto el alto el fuego con Marruecos y tras la ruptura de relaciones entre Rabat y Argel, Albares advirtió de que Rabat y Argel son dos “socios estratégicos y vecinos” con los que existen “intereses vitales que solo podemos avanzar de forma cooperativa”, como “el aprovisionamiento energético, la regulación de la inmigración irregular, la criminalidad organizada, la lucha contra el terrorismo”. “Por lo tanto, nos jugamos nuestra propia prosperidad y estabilidad” y “nuestra receta” es “contención y diálogo”, añadió. ,
En su intervención, Gómez lamentó el cambio de postura del PSOE respecto al Sáhara Occidental, con un discurso que varía dependiendo de “si está en la oposición o en el Gobierno”. En ese sentido, recordó que, cuando estaba en la oposición, los socialistas defendían “el derecho a la autodeterminación” y, en cambio, como partido del Gobierno han optado por la “discreción” y por negar que España siga siendo la potencia administradora. Por ello, pidió al Ejecutivo que “actúe con lealtad a España” porque ”España no es súbdito de nadie y merece tener una política exterior libre e independiente, no dictada por Rabat”. En su réplica, Albares insistió en el argumento habitual de su Ministerio en favor de “la centralidad de la ONU” y de “una solución política, justa y mutuamente aceptable” basada en las resoluciones de Naciones Unidas.