<h6><strong>The Diplomat</strong></h6> <h4><strong>El expresidente dominicano Leonel Fernández ha advertido de que Iberoamérica necesita “una respuesta conjunta y coordinada” a la “crisis económica y social” causada por la pandemia, cuya recuperación puede verse complicada por la “disminución de los ingresos fiscales” y la “crisis energética” que se avecina, con las consiguientes “repercusiones sociales y políticas desestabilizadoras”.</strong></h4> Fernández hizo estas declaraciones durante su participación en el debate online <em>Iberoamérica ¿actor multilateral? Los retos de la cooperación iberoamericana en la post-pandemia</em>, organizado este pasado jueves por la <strong>Fundación Alternativas</strong> con motivo del lanzamiento del Informe <em>Iberoamérica 2021: El sistema iberoamericano y el multilateralismo: una perspectiva de progreso</em>. El encuentro estuvo moderado por Érika Rodríguez, coordinadora del Área América Latina de Fundación Alternativas. <strong>“Iberoamérica necesita una respuesta conjunta y coordinada, ya que no se trata sólo de una crisis sanitaria, sino que también es una crisis económica y social”</strong>, declaró Leonel Fernández, presidente de la Fundación Global Democracia y Desarrollo (FUNGLODE, fundada por él mismo en el año 2000, al término de su primer mandato presidencial) y presidente de la República Dominicana durante tres mandatos (1996-2000, 2004-2008 y 2008-2012). Según el exmandatario, todos los gobiernos han “reaccionado” a la pandemia incrementando en gasto público -en contraste con las políticas de austeridad de la crisis del 2008-, pero en un contexto de <strong>“disminución de los ingresos fiscales”, con el consiguiente “aumento de la deuda”.</strong> Esta “preocupación de carácter global” se ha afrontado con “reformas fiscales” y gravando de “forma progresiva” a los que más tienen, pero en la República Dominicana, y en el Caribe en general, la adopción de una fiscalidad progresiva es “más difícil” a causa de su estructura económica, sobre todo en los sectores turístico e inmobiliario, en los que son “necesarias determinadas exenciones” para que haya inversión. La única reforma fiscal para “generar los recursos” que permitan mantener el gasto público, y “reactivar el crecimiento” en la etapa post pandemia, ha de ser “gravando el consumo”, pero sería una reforma fiscal de “carácter regresivo” que afectaría a la “clase media y a los sectores más vulnerables de la sociedad”, prosiguió. Por ello, añadió, “hay que crear una nueva arquitectura financiera global que permita a los países de renta media iberoamericanos disponer de recursos suficientes para llevar a cabo una labor de reactivación y recuperación del crecimiento económico”. <strong>“El incremento del precio del petróleo y la escasez de gas natural y de carbón nos dirige a una crisis energética como consecuencia de la inflación que ya estamos experimentando, y si a esto le sumamos el colapso de las cadenas globales de valor y el aumento del pago del flete y del seguro marítimo, nos encontramos en una crisis inflacionaria, a la que si añadimos una reforma fiscal que afecta a la clase media, tendrá repercusiones sociales y políticas desestabilizadoras para la región latinoamericana”</strong>, afirmó Fernández. Por su parte, <strong>Vicente Palacio, director de Política Exterior de la Fundación Alternativas</strong>, afirmó durante el debate que “la guerra del COVID-19 está siendo muy mala, pero las posguerras a veces son peores, y América Latina no tiene herramientas para la recuperación como la UE, que cuenta con un Banco Central, los fondos de recuperación o la deuda mancomunada”. Asimismo, <strong>el vicepresidente ejecutivo de la Fundación Alternativas, Diego López Garrido</strong>, advirtió de que “los tres temas más importantes en Latinoamérica son la salud, la economía y la política” y añadió que, “en estos momentos, hay una oportunidad para que logre una integración económica que hasta ahora no ha conseguido”. Tenemos que plantearnos la forma de colaborar en esa coyuntura”, agregó.