Texto: Juan David Latorre. Fotos: Embajada de Hungría.
La Embajada de Hungría conmemoró el pasado jueves la Revolución y Lucha por la Libertad de 1956, con su embajadora, Katalin Tóth, al frente.
Durante la presentación del evento, que tuvo lugar en la Real Academia de Bellas Artes San Fernando de Madrid, la embajadora húngara señaló: “El día 23 de octubre es un día realmente especial y determinante para cualquier húngaro. Constituye un símbolo y una enseñanza: es un símbolo de que nuestros héroes inscribieron sus nombres para siempre en el libro de la historia de la nación y, a la vez, es una enseñanza de que debemos defender los valores que dicta nuestra fe y de que la unidad de la nación puede y debe establecerse con el fin de lograr nuestros propósitos más nobles”.
“En este día, prosiguió Katalin Tóth, recordamos que en 1956 el pueblo húngaro reiteró su firme idea de que, aunque muchas veces nos hayamos visto obligados a luchar a lo largo de la historia, nunca, bajo ninguna circunstancia, renunciaríamos a nuestra libertad. El pueblo húngaro dijo NO a la opresión, NO a la dictadura, NO a que otros impongan cómo debemos vivir en nuestro propio país.”
Durante el acto, se hizo entrega de las condecoraciones Cruz de Oro al Mérito a Evelio Acevedo y Guillermo Solana, director Gerente y director Artístico del Museo Nacional Thyssen-Bornemisza, respectivamente.
Para terminar, se pudo disfrutar de un concierto de jazz del Conservatorio Béla Bártok, que interpretó arreglos de este género, de la colección de canciones folklóricas del compositor húngaro, y canciones de la cuenca de los Cárpatos.
A la recepción acudieron gran cantidad de amigos de Hungría y los embajadores de Luxemburgo, Chipre, Lituania, Grecia, Eslovenia y Letonia.