The Diplomat
La Sección Tercera de la Sala de lo Penal de la Audiencia Nacional acordó ayer suspender la entrega a Estados Unidos del ex jefe de Inteligencia del Gobierno venezolano Hugo ‘El Pollo’ Carvajal al entender que el Pleno de la Sala no dio cumplimiento a un auto del propio Pleno que debe formalizarse antes de ejecutar la entrega.
De esta forma, la Sala se ha corregido a sí misma después de que este jueves rechazase suspender su extradición y dictaminara que puede declarar como testigo desde el país norteamericano en la causa sobre la presunta financiación irregular de Podemos. Todo ello después de que su defensa conminase al Pleno a cumplimentar un trámite todavía pendiente.
Fuentes jurídicas precisaron a Europa Press que se trata de un mero formalismo, un acuerdo que el Pleno se dejó sin cumplimentar cuando autorizó la extradición de Carvajal. Esa cuestión técnica, que debe ser subsanada por el propio Pleno, no se resolverá al menos hasta la próxima semana. Para el día 29, está convocado un Pleno.
Esta circunstancia podría permitir que Carvajal pudiera acudir el día 27, en persona ante el juez Manuel García Castellón, titular del Juzgado Central de instrucción 6, para declarar en relación con que la presunta financiación irregular de Podemos.
Por otro lado, fuentes cercanas a la defensa explicaron que el Pleno debe reunirse para acordar las garantías que se solicitan a Estados Unidos de forma que se dé cumplimiento del Convenio Europeo de Derechos Humanos una vez sea extraditado.
Ese documento, una suerte de garantía de que los derechos de ‘El Pollo’ sean respetados en la cárcel de Estados Unidos en la que ingrese, tendrá que ser enviado a la embajada del país norteamericano, que deberá responder nuevamente a la Audiencia Nacional.
Este nuevo episodio llega después de que la propia Sala ordenase el jueves hacer efectiva de una vez por todas la extradición de Carvajal. Y ello, a pesar de que García-Castellón ha recordado a sus colegas que está citado como testigo. Los magistrados argumentaron que, si desea colaborar con los tribunales españoles, puede seguir haciéndolo desde Estados Unidos. Creen que esta aparente voluntad de cooperar es en realidad una «maniobra dilatoria».