<h6><strong>The Diplomat</strong></h6> <h4><strong>Pedro Sánchez se convirtió ayer, durante la cumbre UE-Balcanes Occidentales, en el primer presidente de un Gobierno español que coincide en la misma mesa con un líder kosovar desde la declaración unilateral de independencia de 2008, lo cual, a juicio del PP, supone un “nuevo despropósito en política exterior” que “rompe con más de una década de posición del Estado sobre Kosovo”.</strong></h4> Sánchez participó ayer en Eslovenia en la Cumbre de la Unión Europea y los Balcanes Occidentales, en el curso de la cual defendió la importancia de impulsar la transformación política, económica y social de la zona, especialmente en materia de Estado de derecho, economía y cooperación regional, con vistas a su “perspectiva europea” y al proceso de ampliación. <strong>“Los Balcanes Occidentales son una parte integral de Europa y su futuro reside en el seno de la Unión Europea”</strong>, afirmó. <strong>La Cumbre reunió a los líderes de los 27 países de la UE junto los representantes de Serbia, Montenegro, Bosnia y Herzegovina, Macedonia del Norte, Albania y Kosovo</strong>. Por tanto, <strong>Pedro Sánchez coincidió con el líder kosovar, a pesar de que España no reconoce la independencia de este antiguo territorio serbio –al igual que Grecia, Rumanía, Chipre y Eslovaquia- porque, como él mismo explicó a los medios, “es importante estar en todos los foros, España tiene que estar en todos los foros”</strong>. “Lo que tiene que hacer un Gobierno que es activo en los debates europeos es no sustraerse de los mismos”, porque “¿se imaginan que España se ausentara de esta cumbre cuando han estado los otros 26 Estados miembros? Tenemos que estar en los debates para dar nuestra opinión”, manifestó. Pedro Sánchez incluso reconoció ayer que <strong>había saludado personalmente al primer ministro kosovar, Albin Kurti,</strong> ante quien, según declaró, dio “la bienvenida al diálogo entre Pristina y Belgrado” y animó a “ambas partes a encontrar acuerdos que sean coherente con el derecho internacional y satisfagan a ambos”. En cualquier caso, y para evitar situaciones incómodas, <strong>la Presidencia eslovena de la UE decidió que durante la Cumbre no hubiese ningún símbolo nacional</strong> (salvo las banderas de la Unión y de Eslovenia), por lo que todos los participantes fueron identificados mediante unos rótulos en los que sólo figuraban sus nombres, sin mencionar país ni cargo, para evitar que se citase al líder kosovar como primer ministro. En relación con todo ello, <strong>el portavoz adjunto del Grupo Popular en el Congreso, Pablo Hispán</strong>, declaró ayer que la participación de Pedro Sánchez en la Cumbre de la UE junto a los representantes de Kosovo supone <strong>“un nuevo despropósito en la política exterior” porque “rompe con más de una década de posición del Estado sobre Kosovo y acepta su declaración unilateral de independencia”</strong>. “No es torpeza, es entreguismo”, añadió. En cualquier caso, <strong>la posición de Sánchez fue muy diferente de la que mantuvo su predecesor, Mariano Rajoy (PP), durante la última Cumbre presencial entre la UE y los Balcanes Occidentales</strong>. En aquella reunión, celebrada en mayo de 2018 en Bulgaria -en plena crisis catalana-, el entonces presidente del Gobierno asistió a la cena informal con el resto de colegas comunitarios, pero regresó a España en la mañana del día siguiente para evitar un encuentro con el líder kosovar y dejó la representación de España en manos de embajadores y secretarios de Estado. <strong>La Cumbre de 2020 se celebró mediante videoconferencia desde Croacia</strong> a causa de la pandemia del COVID-19 y contó con la participación de Pedro Sánchez, pero también se evitaron las banderas y los cargos exactamente por los mismos motivos que este año. El penúltimo capítulo de las vueltas a que se ve obligada la diplomacia española para coincidir con Kosovo en eventos internacionales sin que ello suponga un reconocimiento se produjo durante los recientes <strong>partidos de fútbol entre España y Kosovo</strong> en el marco de la clasificación para el Mundial de Qatar de 2022, en los que la selección kosovar fue denominada por los comentaristas de Televisión Española con expresiones como “el equipo de la Federación de Kosovo”, el “equipo kosovar” o “el rival de España”. Durante el partido de la ida en Sevilla se entonaron los himnos de España y de Kosovo, aunque este segundo ni siquiera fue mencionado por los locutores, y se ondearon las banderas de Kosovo y España, pero no se mostraron imágenes. <strong>Visita a Croacia</strong> Tras el encuentro de Eslovenia, <strong>Pedro Sánchez se trasladó a Zagreb para entrevistarse con el primer ministro de Croacia, Andrej Plenkovic</strong>, a quien trasladó el apoyo de España al ingreso de Croacia en la zona euro y en el espacio Schengen, dos objetivos que el Gobierno croata espera poder cumplir en 2023. El viaje del presidente -la primera visita oficial de un jefe de Gobierno español a Croacia desde su independencia- se enmarca en los preparativos del 30 aniversario del establecimiento de las “intensas” relaciones bilaterales entre los dos países, que tendrá lugar en 2022. “En estas casi tres décadas de relaciones diplomáticas hemos conseguido compartir valores, retos y objetivos. Y tenemos posiciones comunes sobre multitud de temas, que justifican que nos esforcemos por estrechar aún más”, declaró. Durante su estancia en Zagreb, Pedro Sánchez fue recibido por el presidente de Croacia, Zoran Milanovic, en el Palacio Presidencial, y mantuvo un encuentro con el presidente del Parlamento de Croacia, Gordan Jandrokovic.