Jorge Dezcallar
Ex director del Centro Nacional de Inteligencia y Embajador de España
Javier Socastro
Jorge Dezcallar, exdirector del Centro Nacional de Inteligencia (CNI) y exembajador español en Marruecos, Santa Sede y Estados Unidos, presenta su recién estrenado libro, Espía accidental, en su video entrevista en el canal de YouTube de The Diplomat in Spain. Durante esta, nos habla sobre la novela y sobre la situación en Afganistán.
En el Anticuario de Teherán y en Valió la pena, sus dos primeros libros, descubrimos muchas de las anécdotas que han definido su experiencia como diplomático y como director del CNI. ¿Qué conserva esta novela de los libros anteriores y qué la diferencia?
Mientras que los demás libros eran de memorias personales, esto es pura ficción sobre un trasfondo real que es el drama de oriente medio, en la guerra de Siria. Y que además arranca de la primera historia que cuento en el Anticuario de Teherán.
Esa historia es real, la del anticuario. Es verdad que, como cuento al principio de la novela, recibo un collar para que yo se lo mande a su hija que está en Los Ángeles. Esta historia arranca desde ahí. Arranca de qué podía haber pasado y es pura imaginación, pero situada en un trasfondo real.
De hecho, por lo que nos acaba de contar, se podría pensar que Asís García, el protagonista de la novela, es usted, pero prologando esa historia en la ficción ¿no?
No estoy muy seguro. Yo creo que Asís García es un personaje más pícaro y español. Un chico simpático y divertido, pero que no quiere trabajar ni estudiar.
Sin embargo, llega un momento en que encuentra un sentido a su vida, precisamente cuando es reclutado por el Centro Nacional de Inteligencia porque él es un perfil que les conviene para hacer una misión en un momento determinado. Ahí es donde el personaje realmente crece.
¿Podríamos coger Espía accidental como una novela para descubrir la realidad detrás de la vida de un espía del CNI, o sencillamente es puro entretenimiento?
Yo creo que sí. Uno es uno y su circunstancia. Yo no hubiera escrito esta novela, de la forma en que lo ha escrito, si no hubiera sido ocho años director general de Oriente Medio en el Ministerio de Asuntos Exteriores de España y si no hubiera pasado por el Centro Nacional de inteligencia.
Es decir, mis vivencias están plasmadas en el libro pero es un libro que es pura ficción. Si uno quiere, es un homenaje al Centro Nacional de inteligencia. A mí me parece muy bien que las novelas de espías sean siempre anglosajonas. Pero me parece que tenemos espías muy buenos, así que podemos tener novelas de espías españoles muy buenos. Ellos se lo merecen también. Y creo que es un personaje mucho más real James Bond.
¿Podríamos estar hablando del Don Quijote del CNI?
Más que un personaje de Cervantes, sería El lazarillo de Tormes, o sería Guzmán de Alfarache o Don Pablos en El buscón. Es un personaje con un carácter muy español.
¿A quién le recomendarías este tipo de lectura?
Hombre yo creo que a la gente que le guste la aventura. Pero la gente que también quiera salir del confort de su casa y tengo curiosidad por saber qué es lo que está pasando de verdad en oriente medio y en Siria.
Que quieran entender por qué un día hay una bomba en un mercado y por qué pasa eso. Qué es lo que creen los islamistas radicales y por qué hacen esas cosas. Yo creo que se lo recomendaría a la gente que le interesen estas cosas y que quiera entender de una forma muy entretenida qué es lo que está pasando.
Usted que conoce de primera mano la sociedad siria, ¿cómo viven el día a día los ciudadanos sirios, que ya llevan más de 10 años en guerra civil?
Depende mucho de qué ciudadanos sirios estamos hablando.
Si son ciudadanos sirios que son de la minoría alauita que viven en Latakia y que están próximos al régimen, pues viven bien. Ahí prácticamente la guerra no ha llegado. Ahora, si uno vive en Daraa, o vive en Afrín, o vive en Alepo, pues lo pasa muy mal.
Siria es un país devastado por la guerra. Cuando hay un alzamiento de masas contra un dictador en países donde no hay tradición democrática lo que surge son los movimientos musulmanes de base. Eso es lo que ha pasado en Siria. Y ahí, luego acabó “metiendo la cuchara todo el mundo”. Por ejemplo, Irán, Israel, Rusia, los Emiratos, Arabia Saudí, etc.
Como consecuencia, Siria es un país que sufre mucho. Donde la gente lo pasa muy mal. A día de hoy, mucha gente está intentando comer y en algunos otros lugares sufriendo todavía bombardeos.
¿Entonces por qué escogió Siria como escenario para su novela?
Porque en Siria es donde se produce el enfrentamiento encubierto, y a veces descubierto, entre Irán e Israel.
Es decir, lo que vemos todos los días son ataques israelíes con aviones, o con drones, sobre milicias proiraníes o instalaciones iraníes en Siria. Irán se quiere convertir en la fuerza dominante en el país o con más influencia en Siria. Y esta es la historia que está en el corazón de mi novela.
Sin salirnos de Oriente Medio, ¿qué lectura hace usted de las decisiones tomadas por el por el presidente Biden en Afganistán?
Lo primero, Biden ha heredado un acuerdo malo que hizo Donald Trump. Trump dijo: “yo me voy en tal fecha a cambio de que no me ataquen”. Claro eso no es un acuerdo, sino una retirada. Y Biden tuvo que elegir entre cumplir con esa fecha o continuar la guerra con tropas americanas.
Yo creo que Biden hace bien en retirarse porque no tiene sentido seguir una guerra indefinidamente. Especialmente, si ahora el problema de Estados Unidos ya no es Oriente Medio sino China. El problema es cómo se ha ejecutado esa retirada. Eso ha sido un desastre.
¿Y quién es el gran perdedor de esta decisión?
El gran perdedor de esta decisión es el pueblo afgano, o al menos la mitad del pueblo que son las mujeres concretamente.
Unas mujeres que por lo menos en las ciudades habían salido de la edad media, habían logrado quitarse el burka, habían logrado poder ir a estudiar… Yo creo que son las grandes perdedores.
Aparte, todas las comunidades donde tropas europeas han contribuido al desarrollo también pueden verse perjudicadas. Ojalá los talibanes hayan aprendido la lección, pero ya veremos cómo las utilizan. El problema probablemente sea que en la composición de su gobierno hay mucho radical.
¿Nos podría confesar si está trabajando en un cuarto libro?
Tengo una idea que me ronda la cabeza. Así que es muy posible que sí.
Si esta novela sale bien, y la sensación que tengo es que puede llegar a pasar, pues eso me animaría mucho. Pero en fin, por ahora debe pasar algo de tiempo.
¿Algún consejo para alguna persona del Cuerpo Diplomático que esté pensando en empezar a escribir un libro?
Los diplomáticos por la vida que tenemos, que entramos en contacto con mucha gente, culturas, lugares… tenemos un gran conocimiento de muchas cosas. Y yo creo que los diplomáticos debemos poner eso en valor.
Yo les animaría a escribir porque de alguna manera somos testigos de la historia.