<h6><strong>The Diplomat</strong></h6> <strong>Los ministros del Interior de la Unión Europea acordaron ayer fortalecer la cooperación con países vecinos de Afganistán, como Pakistán o Irán, para evitar así "movimientos migratorios ilegales y descontrolados a gran escala".</strong> Los responsables de Interior, que se reunieron en un Consejo extraordinario en Bruselas para <strong>buscar una posición común europea ante la crisis migratoria</strong> que se avecina, tras la recuperación del poder en <strong>Afganistán</strong> por los talibán, <strong>pactaron que la acogida de refugiados en el bloque será voluntaria.</strong> "<strong>La UE comprometerá y fortalecerá su apoyo a terceros países, en particular los países vecinos y de tránsito que albergan a grandes cantidades de migrantes y refugiados</strong> para que refuercen su capacidad de dar protección, condiciones dignas y seguras y una subsistencia sostenible para los refugiados y las comunidades de acogida", señala una declaración emitida al final de la reunión. En el texto, indican que<strong> “deben evitarse incentivos a la migración ilegal"</strong> y añaden que "como parte de los esfuerzos globales, se podría dar apoyo en forma de reasentamiento (de refugiados) de manera voluntaria" y dando prioridad a colectivos "vulnerables" como mujeres y menores de edad. En la rueda de prensa posterior a la reunión,<strong> la comisaria europea de Interior, Ylva Johansson, anunció que convocará en las próximas semanas un nuevo foro con otros socios internacionales</strong> para debatir la acogida de refugiados afganos, pero prefirió no dar un número concreto de personas que a las que los Estados miembros deberían conceder protección humanitaria. Según Johansson, a pesar de las diferencias existentes entre los países miembros, <strong>todos desean evitar una crisis como la de 2015,</strong> cuando más de un millón de personas llegaron irregularmente a Europa en busca de asilo, huyendo de la guerra en Siria.<strong> </strong>La comisaria considera que Europa está mejor preparada que entonces y tiene más mecanismos a los que recurrir. Otro aspecto que los ministros del Interior abordan en su declaración conjunta es las implicaciones de la situación en Afganistán sobr<strong>e la seguridad del bloque</strong>. En este capítulo, los Veintisiete garantizan que "harán todo lo posible para que no derive en nuevas amenazas para los ciudadanos europeos. "Deben desarrollarse todos los esfuerzos para<strong> asegurar que el régimen talibán corta todos sus lazos con el terrorismo internacional</strong> y que Afganistán no se convierte de nuevo en un santuario para terroristas y grupos de crimen organizado", reza el documento. <strong>El ministro español de Interior, Manuel Grande-Marlaska</strong> había señalado antes de entrar en la reunión que <strong>España “aceptará la responsabilidad individual que le corresponda dentro de la UE”</strong> para acoger a refugiados afganos que huyan de su país. El ministro insistió en que la UE debe seguir tomando las medidas precisas para proteger a los afganos y a los países vecinos que puedan verse más afectados por los movimientos migratorios. Además, <strong>Grande-Marlaska</strong> reclamó que <strong>se reactive la creación del Pacto Europeo de Asilo y Migración</strong>, que lleva encallada en el Consejo Europeo desde hace un año<strong>.</strong> La iniciativa del Pacto de Asilo y Migración <strong>fue lanzada hace un año por la Comisión Europea</strong>, pero los Veintisiete no han conseguido avanzar en la adopción de un instrumento que vuelve a mostrarse muy necesario ante la crisis afgana. <strong>Las diferentes percepciones entre los Estados miembros sobre cómo abordar las cuestiones migratorias han hecho que se haya frenado</strong> un proyecto que Marlaska calificó ayer de “esencial” para el bloque europeo. Según el ministro, la UE debe "ser consciente" de la importancia de "mantener la coordinación", <strong>hablar con "una única voz" y tener una "cohesión decidida y firme"</strong> en "desafíos tan importantes" como el de asistir a personas "susceptibles de ser protegidas internacionalmente" y de desarrollar una política contra la migración irregular. Por ello, abogó por esforzarse en buscar un pacto con el fin de "garantizar principios tan básicos como son la responsabilidad compartida, la solidaridad, la humanidad y el elemento esencial que es la dimensión exterior", así como la "cooperación y colaboración con países de origen y tránsito".