<h6><strong>Luis Ayllón</strong></h6> <h4><strong>El ministro de Asuntos Exteriores, José Manuel Albares, ha recuperado la Secretaría de Estado de Iberoamérica y el Caribe, cuyas competencias había incorporado su antecesora en el cargo, Arancha González Laya, a la Secretaría de Estado de Asuntos Exteriores.</strong></h4> Esa es la principal novedad de la reestructuración orgánica del Ministerio de Asuntos Exteriores publicada ayer por el <em>Boletín Oficial del Estado</em>. Albares, según fuentes de su departamento consultadas por <em>The Diplomat</em> considera que, <strong>junto con la pertenencia a la Unión Europea, la atención a Iberoamérica y el español definen nuestra forma de ser y estar en el mundo.</strong> Por ese motivo, ha añadido a la recuperada Secretaría de Estado iberoamericana, las competencias sobre el español en el mundo, de forma que la denominación del órgano será la de “<strong>Secretaría de Estado para Iberoamérica y el Caribe y el Español en el Mundo”. </strong>Para ello, ha quedado<strong> suprimida la Secretaría de Estado de España Global</strong>, que dirigía Manuel Muñiz, quien dimitió, tras el cambio de ministro. La experiencia del año y medio en que Iberoamérica estuvo encuadrada en la Secretaría de Estado de Asuntos Exteriores, no ha sido muy satisfactoria, porque su titular, <strong>Cristina Gallach, tenía demasiados frentes que cubrir en otras zonas del mundo</strong> y sus desplazamientos al subcontinente americano han sido escasos. Además, la situación de inestabilidad que viven, por distintos motivos, algunos países en la zona, como <strong>Cuba, Venezuela, Nicaragua, Perú, Colombia, Chile o Brasil</strong>, requiere una mayor atención por parte del Gobierno español. La recuperación de la Secretaría de Estado específica para Iberoamérica ha sido bien acogida en ambientes diplomáticos, tanto españoles como iberoamericanos, en los que se subraya que España no puede perder esa conexión tan especial con la región que sólo tiene nuestro país, por sus vínculos históricos, culturales y personales, además de los importantes intereses económicos de las empresas españolas. No es, sin embargo, el único cambio en la estructura, en la que s<strong>e mantienen la Secretaría de Estado de Unión Europea y la de Cooperación Internacional.</strong> En la primera, según pudo saber The Diplomat, ha sido confirmado su titular, <strong>Juan González-Barba</strong>. En la segunda, podría mantenerse como secretaria de Estado, <strong>Ángeles Moreno</strong>, que es una persona considerada muy cercana a Albares, por lo que, también podría ser promovida a otro puesto, incluso la nueva Secretaría de Estado de Iberoamérica. Por lo que respecta a la Secretaría de Estado de Asuntos Exteriores, cuyo titular suele ser considerado como el “número dos” del Ministerio, su denominación, tras perder las competencias sobre Iberoamérica, pasa a ser la de “Secretaría de Estado de Asuntos Exteriores y Globales”. El futuro de la actual secretaria de Estado, Cristina Gallach, no está muy claro en estos momentos, y los rumores en el Ministerio apuntan a que podría ser relevada. Tampoco está clara la continuidad de <strong>la subsecretaria, Celsa Nuño</strong>, que llegó al Ministerio en mayo de 2020. Se trata de un puesto en el que los ministros suelen querer contar con una persona de su plena confianza, entre otros motivos porque resulta muy importante para el nombramiento de embajadores. Igualmente, se esperan cambios en varias direcciones generales, lo que llegará, después de que sean conocidos los nombres de las personas que ocuparán la cúpula del Ministerio. De momento, Albares nombró el pasado martes a<strong> Diego Martínez Balío</strong> como director de su Gabinete, en sustitución de <strong>Camilo Villarino</strong>.