The Diplomat
El primer ministro británico, Boris Johnson, reconoció ayer que su Gobierno podría levantar todas las restricciones de viajes internacionales el próximo 19 de julio, pero advirtió de que 2021 será “un año difícil” para viajar al extranjero porque “la prioridad es la seguridad del país”.
En declaraciones a la BBC durante una visita a un laboratorio de la Agencia Reguladora de Medicamentos y Productos Sanitarios en Hertfordshire (Inglaterra), Johnson afirmó que la campaña de vacunaciones está siendo “un éxito” en Reino Unido, donde el 60% de los adultos ya han recibido las dos dosis.
“En lo que respecta a los viajes, sin duda estudiaremos” la posibilidad de eximir de la cuarentena a las personas que hayan recibido las dos dosis, pero “quiero insistir en que este va a ser, pase lo que pase, un año difícil para los viajes, habrá problemas, habrá retrasos, y me temo que la prioridad tiene que ser mantener la seguridad del país y evitar que el virus vuelva a entrar”, prosiguió Johnson, quien recordó que la variante Delta del virus siguen aumentando.
En esas condiciones, precisó, el objetivo del Gobierno es seguir una hoja de ruta cautelosa, aunque “el 19 de julio podría ponerse punto final” a las cuarentenas a las personas que hayan recibido toda la pauta de vacunaciones en los países de la lista ámbar, en la que se encuentran España y la gran mayoría de los países. Las autoridades británicas no prohíben los viajes a los países que figuren en la zona ámbar, pero sí exigen a los viajeros, antes de su regreso a Reino Unido, la presentación de una prueba de PCR en el país de origen, otra PCR a la llegada (cada prueba de este tipo cuesta en torno a cien euros) y un periodo de cuarentena que sólo se puede acortar con una tercera PCR.
Johnson hizo estas declaraciones en medio de las presiones que recibe el Gobierno, sobre todo por parte de las aerolíneas, para que amplíe la lista verde, después de que el los datos publicados ayer por el Times indicaran que solo 89 de los 23.465 pasajeros que han viajado a Reino Unido procedentes de alguno de estos países dio positivo en las pruebas de coronavirus entre 20 de mayo y el 9 de junio.
A principios del pasado mes de mayo, las autoridades británicas establecieron una lista verde de países y territorios hacia los que se facilitarían los viajes. La lista, renovada a principios de junio, no incluye a ningún país de la UE. España aparece en la zona ámbar (siguiendo los colores del semáforo) de esta lista, revisable cada tres semanas y que incluye a los países en bloque y, por tanto, no prevé ningún tratamiento diferenciado por regiones, ni siquiera para las que tienen una baja incidencia de contagios, como la Comunidad Valenciana, las islas Canarias y Baleares.
Desde el pasado 7 de junio, España permite la entrada a los ciudadanos de países extracomunitarios que presenten un certificado con la pauta completa de vacunación, independientemente de que figuren o no en la lista europea de países terceros a los que se han levantado las restricciones de entrada. Esta política española de puertas abiertas beneficia no solo a Estados Unidos, sino también a Reino Unido, que se ha vuelto a quedar fuera de la lista europea. Otros Estados miembros de la UE, como Portugal, Francia o Grecia, también permiten la entrada de británicos vacunados con las dos dosis.