<h6><strong>Eduardo González</strong></h6> <h4><strong>Casa Asia conmemoró ayer su vigésimo aniversario en el Palacio Real de Pedralbes de Barcelona, el mismo edificio que, a propuesta del Ayuntamiento de la Ciudad Condal y con el más que previsible respaldo del Gobierno y de la Generalitat, albergará la sede definitiva de esta institución de la diplomacia pública española.</strong></h4> “Esperamos volver pronto para inaugurar la nueva sede”, declaró <strong>la ministra de Asuntos Exteriores, Arancha González Laya</strong>, durante el acto conmemorativo, en el que destacó el papel de Casa Asia “para estrechar lazos y unir esfuerzos de todas las administraciones en defensa de las relaciones con el exterior”, y advirtió de la necesidad de relanzar las relaciones económicas entre España y Asia porque, “en lo económico, estamos muy por debajo del potencial y de la media de integración comercial de la Unión Europea con el continente asiático”. El traslado de la sede de la institución al <strong>Palacio de Pedralbes</strong>, que también alberga actualmente el secretariado de la Unión para el Mediterráneo (UpM), fue <strong>propuesto recientemente por el Ayuntamiento de Barcelona y, en un principio, cuenta con el respaldo de las otras dos administraciones implicadas en la gestión de Casa Asia, el Ministerio de Exteriores y la Generalitat de Cataluña.</strong> <strong> </strong> Precisamente, <strong>la alcaldesa de Barcelona, Ada Colau</strong>, declaró en el mismo acto de ayer que el vigésimo aniversario de la institución es “una oportunidad para reiterar el compromiso de Barcelona con Casa Asia y para encontrar una solución a su ubicación”. “Estamos comprometidos con Casa Asia y, como muestra de ese compromiso, hemos hecho una propuesta que, por supuesto, será sometida a estudio por el resto de miembros del consorcio”, prosiguió. “Estoy segura de que encontraremos la sede más adecuada y a la altura de un elemento tan importante para nuestra diplomacia”, añadió Colau, quien afirmó que Casa Asia “es un puente que nos une con la zona más dinámica del mundo”. <strong> </strong> Por su parte, <strong>la consellera de Acción Exterior de la Generalitat, Victòria Alsina</strong>, se comprometió a que los próximos vente años de relaciones entre Cataluña y Asia sean “más prolíficos” a través de Casa Asia de lo que lo fueron los veinte años anteriores y aseguró, en su primera intervención pública desde su nombramiento, que la región de Asia-Pacífico es una prioridad estratégica en Cataluña, que en los últimos años ha “aumentado exponencialmente sus relaciones con los países de esta zona”. <strong> </strong> <strong>El director de Casa Asia, Javier Parrondo</strong>, instó a las tres administraciones implicadas a “dotar de recursos” a la institución y a “mantener el espíritu que dio lugar a la creación” del consorcio, basado en la “cooperación” entre administraciones públicas, al tiempo que reconoció el “esfuerzo” realizado por los trabajadores de Casa Asia, “no siempre en las mejores condiciones”. Asimismo, presentó los actos conmemorativos del vigésimo aniversario, que se prolongarán hasta noviembre de 2022 en Barcelona y Madrid y en formato <em>online</em>. En el acto conmemorativo participaron también <strong>el concejal delegado de Internacionalización y Cooperación del Ayuntamiento de Madrid, Santiago Saura</strong> (quien transmitió “el apoyo y el compromiso” de la capital con Casa Asia, “la institución de referencia entre España y Asia en el ámbito económico y cultural”); <strong>el embajador de Afganistán en España, Humayoon Rasaw</strong>, en representación del grupo de Embajadores de Asia y Pacífico en Madrid; y <strong>el ex ministro de Asuntos Exteriores Josep Piqué y el ex alcalde de Barcelona Joan Clos</strong>, firmantes del acuerdo de constitución de Casa Asia en 2001. <strong> </strong> <h5><strong>Las tres sedes y la ‘desconexión’ financiera</strong></h5> <strong>Casa Asia nació en 2001 tras un convenio de colaboración entre el Ministerio de Asuntos Exteriores, la Generalitat y el Ayuntamiento de Barcelona, que conforman el Consejo Rector</strong>. Desde su fundación, la institución ha tenido <strong>tres sedes en Barcelona</strong> (aparte de una delegación en Madrid). Inicialmente estuvo alojada en el Palacio del Baró de Quadras, pero la elevada renta que le exigía la inmobiliaria Alting le obligó a desplazarse al recinto histórico del Hospital de Sant Pau i la Santa Creu, del que sería desahuciado años después por impago de alquileres. La actual sede se encuentra, desde noviembre de 2018, en el edificio de la Comisión Nacional de los Mercados y la Competencia (CNMC) de Barcelona. A este peregrinaje de una sede a otra se unen unos problemas financieros con componentes fuertemente políticos. <strong>El acuerdo de colaboración establece que el Ministerio deba pagar el 60% de los gastos ordinarios y de programas del consorcio y el Ayuntamiento y la Generalitat se reparten a partes iguales el 40% restante.</strong> No obstante, la <strong>Generalitat</strong> redujo considerablemente sus aportaciones a Casa Asia desde 2013, en el marco de su política de ampliación de la presencia en el exterior y de ‘desconexión’ del Ministerio de Exteriores. La reducción llegó a ser de casi un 80% en 2015. A finales de 2016, el Gobierno catalán de Artur Mas se comprometió a pagar 340.000 euros, que finalmente quedaron en 90.000, mientras que el siguiente Ejecutivo de Carles Puigdemont se limitó a alegar que los presupuestos de 2016 no incluían ninguna partida para Casa Asia. En los ejercicio de 2018 y 2019, la aportación de la Generalitat fue de 180.000 euros. Como consecuencia de todo ello, la memoria de las cuentas anuales de Casa Asia en 2018 reveló una “delicada situación patrimonial” que amenazaba su continuidad a causa de la disminución de las aportaciones de la Generalitat y el Ayuntamiento. En cambio, la memoria de 2019 (la última publicada hasta la fecha) muestra un saldo positivo de 40 millones de euros gracias a unas cantidades extraordinarias inyectadas por el Ministerio de Asuntos Exteriores.