<h6><strong>The Diplomat</strong></h6> <h4><strong>Marruecos decidió ayer volver a sellar el paso fronterizo con Ceuta, después de dos jornadas mirando para otro lado mientras 8.000 inmigrantes cruzaban irregularmente a territorio español, provocando una grave crisis diplomática con España.</strong></h4> <strong>Unos 5.600 de esos inmigrantes han sido ya devueltos</strong> a Marruecos, según el Ministerio del Interior, pero el Gobierno tiene que afrontar el problema de qué hacer con los 1.500 menores no acompañados que no pueden ser devueltos, si ellos ni lo aceptan. Ayer negociaba con varias comunidades autónomas que se habían ofrecido para acoger a algunos de ellos. Mientras, <strong>Unidas Podemos, socio del Gobierno que encabeza Pedro Sánchez</strong>, lejos de contribuir a rebajar la tensión, echó ayer leña al fuego, cuando <strong>su secretaria de Internacional y eurodiputada, Idoia Villanueva, pidió al Ejecutivo que no ceda a los "chantajes" de Marruecos y reclamó "la libre determinación para el pueblo saharaui”.</strong> Sin embargo, las recriminaciones de <strong>Pedro Sánchez</strong> fueron dirigidas ayer en el Congreso de los Diputados, al líder de la oposición,<strong> Pablo Casado</strong>, <strong>a quien acusó de no respaldar al Gobierno cuando está sufriendo un desafío por parte de un país tercero,</strong> como es Marruecos. “Ojalá ustedes -dijo- abandonen esa oposición desleal, no con el Gobierno sino con el Estado, y asuman su responsabilidad como principal partido de la oposición». <strong>Casado aseguró que hay más lealtad en la oposición que en el propio Consejo de Ministros,</strong> en alusión a la postura de Podemos, y afirmó que el ataque marroquí es «la crónica de una crisis anunciada» ante los «errores diplomáticos del Gobierno», la «pérdida de peso exterior y el cambio de aliados». «Empezó rompiendo la tradición de viajar primero a <strong>Marruecos</strong>, no reaccionó ante l<strong>a ocupación de aguas de Canarias</strong> ni ante el reconocimiento de<strong> Trump</strong> sobre el <strong>Sáhara</strong> y ocultó la llegada con documentación falsa de <strong>Ghali</strong>», dijo. Tras este choque en el Parlamento, el líder del PP intentó aclarar más tarde que considera que<strong> la "culpa" de la situación es del país vecino</strong> y que la voluntad de su partido es la de ayudar al Gobierno ante "cualquier agresión que vengan del exterior". <strong>España volvió a recibir ayer el respaldo de la Unión Europea</strong>, por boca del <strong>vicepresidente Margaritis Schinas,</strong> quien ante la Eurocámara dijo que <strong>“Europa es solidaria con España; Ceuta es Europa”</strong>. Además, instó a los países terceros de origen y de tránsito de migrantes, sin citar a Marruecos, a que trabajen junto con la UE y no contra la UE en esa materia. <strong>Un portavoz de la Comisión Europea aseguró que las autoridades de Marruecos se han comprometido a controlar el paso de personas a Ceuta</strong> , en una conversación del comisario de Ampliación y Vecindad, Oliver Varhelyi, con el ministro de relaciones Exteriores de Marruecos, Naser Bourita. Y desde <strong>Estados Unidos,</strong> Jalina Porter, una de las portavoces del<strong> Departamento de Estado</strong> dijo en una rueda de prensa: "<strong>Apoyamos que tanto España como Marruecos trabajen juntos hacia una resolución".</strong> La relación con las autoridades marroquíes sigue sin embargo tensa y desde el Gobierno de Rabat continuaron las acusaciones hacia España por haber acogido en un hospital al líder del Frente Polisario, Brahim Ghali. El <strong>ministro de Estado de Derechos Humanos y Relaciones con el Parlamento, Mustafá Ramid, dijo que España "sabía que el precio por subestimar a Marruecos es muy alto"</strong>. En su perfil de Facebook, escribió. “La recepción por parte de España del líder de las milicias separatistas del Polisario, bajo una identidad falsa, sin tener en cuenta las relaciones de buena vecindad que requieren coordinación y consulta, o al menos cuidando de informar a Marruecos, es un acto irresponsable y totalmente inaceptable". <strong>El Gobierno español no ha reaccionado a la llamada a consultas por parte de Marruecos de su embajadora en Madrid</strong>, con una medida similar, <strong>para no tensar la relación</strong>, y hasta ayer por la tarde no se tenía conocimiento de que hubiera habido algún contacto a nivel de jefes de Gobierno o ministros de Asuntos Exteriores. En declaraciones a <strong>Radio Nacional de España</strong>, la jefa de la diplomacia española<strong>, Arancha González Laya,</strong> indicó que las líneas de contacto siguen abiertas por distintos canales, pero advirtió que “uno no trata a sus vecinos no poniéndose al teléfono”. Cuestionada sobre<strong> si España se plantea activar a Felipe VI</strong> para que ejerza un papel de mediación, la ministra dijo que "toda misión de acercamiento debe tener discreción para ser eficaz". "Lo más prudente por mi parte es mantenerme discreta sobre qué canales se pueden utilizar para ir acercando posturas en esta situación".