The Diplomat
La secretaria de Estado de Asuntos Exteriores y para Iberoamérica y el Caribe, Cristina Gallach, expresó ayer su preocupación por los acontecimientos en Colombia, donde la represión de las manifestaciones contra el Gobierno de Iván Duque deja ya casi 30 muertos.
Durante su comparecencia ante la Comisión de Asuntos iberoamericanos del Senado, Gallach aseguró que el Ejecutivo “sigue muy de cerca” lo que está ocurriendo e insistió en la necesidad de que se investiguen los posibles abusos de las fuerzas de seguridad, informa Europa Press.
«Pedimos que los excesos que puedan haberse producido sean investigados», dijo, tras recordar que, de hecho, las autoridades ya han iniciado investigaciones al respecto. Añadió que el Gobierno español expresa su voluntad de acompañarlas en lo que consideran necesario y de “aportar soluciones”, y que así se lo manifestó al embajador de Colombia, Luis Guillermo Plata, con quien se reunió el pasado jueves. Gallach recalcó que «el derecho a la legítima protesta y pacífica es un elemento clave de la democracia».
El senador de ERC Josep Rufà pidió que el Ejecutivo sea “más contundente” en su reacción a la situación en Colombia. Por su parte, los portavoces de PP, Gonzalo Robles, y del PNV, Luis Jesús Uribe-Etxebarría, manifestaron la preocupación de sus grupos parlamentarios por los acontecimientos recientes en el país, donde el presidente Duque dio marcha atrás a la reforma tributaria que desencadenó las protestas, que han seguido a pesar de ello.
Por otra parte, en la misma comparecencia, Cristina Gallach afeó a la oposición que, en lugar de «aportar soluciones» para solucionar la crisis en Venezuela, lo que hace es abordar este problema en clave interna.
Gallach informó a los senadores de la visita que realizó, a finales de marzo, a Caracas durante la que se entrevistó con representantes de la oposición y la sociedad civil así como «con representantes de las autoridades que ejercen el control del territorio y del aparato administrativo del país y que por lo tanto tienen la capacidad de decidir sobre esas cuestiones».
La ‘número dos’ de Exteriores se refirió así al realismo por el que ha optado el Gobierno a la hora de hablar de Venezuela y que ya expuso recientemente en el Congreso la ministra, Arancha González Laya. Ese realismo, subrayó Gallach «implica tener interlocución con todos aquellos que tienen capacidad de producir cambios».
Reconoció que la crisis venezolana suscita en España «la máxima atención y solidaridad respecto de la difícil situación del pueblo venezolano». Sin embargo, lamentó: «A veces desde el Gobierno no podemos dejar de constatar que algunos planteamientos que se hacen sobre Venezuela obedecen más a consideraciones de política interna que a una voluntad genuina de aportar soluciones desde diagnósticos y propuestas legítimamente discrepantes».
Refiriéndose a la designación la semana pasada, por parte de la Asamblea Nacional bajo control chavista, de los cinco nuevos miembros del Consejo Nacional Electoral (CNE), entre los que figuran dos opositores por primera vez en su historia, estimó que es «un primer paso en un proceso en el que aún restan muchos otros pasos necesarios».
«Ser realistas quiere decir no ignorar tanto que estamos muy lejos de nuestra meta final», que es la «celebración de elecciones justas, libres y transparentes», aseveró Gallach, «como que un CNE que incluya a miembros con sensibilidad opositora es mejor que un CNE exclusivamente integrado por miembros afines al chavismo», añadió.
En el plano bilateral, resaltó que, tras su visita fue excarcelado Álvaro Sánchez Negro y aseguró al resto de los presos políticos que el Gobierno sigue trabajando «para que se garantice su integridad, se respeten sus derechos y que recobren cuanto antes su libertad».
Por lo que se refiere a las empresas, la secretaria de Estado expresó la preocupación del Ejecutivo «por asegurar que las compañías aéreas españolas que tengan el interés y la capacidad de operar la ruta Madrid-Caracas lo puedan hacer en igualdad de condiciones entre sí».