<h6><strong>The Diplomat</strong></h6> <h4><strong>Las ministras de Asuntos Exteriores de quince países abordaron ayer, a iniciativa de España y Australia, el impacto del COVID-19 para las mujeres y las niñas, con especial atención a las víctimas y supervivientes de la trata de personas, “una lacra que ha aumentado durante la pandemia”.</strong></h4> <strong>La ministra de Asuntos Exteriores, Arancha González Laya, y la ministra de Asuntos Exteriores y Ministra de la Mujer de Australia, Marise Payne</strong>, coorganizaron la reunión virtual de Ministras de Asuntos Exteriores, en la que participaron las jefas de la diplomacia de <strong>Andorra, Bélgica, Bulgaria, Estonia, Guinea-Bissau, Kenia, Libia, Liechtenstein, Noruega, Sudáfrica, Sudán, Suecia y Timor Oriental</strong>. Durante el encuentro, las ministras expresaron <strong>su preocupación por los efectos de la pandemia en las niñas y las mujeres </strong>y advirtieron de que las profundas consecuencias económicas del COVID-19 “no solo están acrecentando las situaciones de vulnerabilidad, sino que también han aumentado el riesgo de la trata de personas en todo el mundo”, según informó el Ministerio de Asuntos Exteriores en una nota de prensa. Por ese motivo, destacaron la importancia de que las administraciones colaboren con la sociedad civil, las empresas, las organizaciones internacionales y otros grupos de interés en los países de origen, tránsito y destino para prevenir y enjuiciar este delito y para prestar apoyo a las supervivientes de la trata, de la que son víctimas niñas y mujeres con fines de explotación sexual. Asimismo, las ministras instaron a todos los Gobiernos a seguir respaldando el fondo fiduciario de contribuciones voluntarias de Naciones Unidas para las víctimas de la trata de personas, especialmente mujeres y niños, que concede subvenciones a organizaciones de la sociedad civil que trabajan con supervivientes de todo el mundo. González Laya y su homóloga australiana se comprometieron a aprovechar las futuras oportunidades que deparen la Asamblea General de las Naciones Unidas y los foros regionales, en especial, la OSCE y el Proceso de Bali, para proseguir este debate. El mayor acceso a Internet de alta velocidad ha ayudado a los traficantes de personas a “explotar a niñas y mujeres en sus propios hogares, invisibilizándolas como víctimas aún más que antes de la pandemia”, declaró <strong>González Laya</strong>. “Los poderes públicos están redoblando sus esfuerzos para luchar contra la trata de seres durante la pandemia. No permitiremos que los más vulnerables pierdan la esperanza”, prosiguió. <strong>“Juntas queremos impulsar respuestas internacionales a la trata de mujeres y niñas, una lacra que ha aumentado durante la pandemia”</strong>, afirmó también la ministra a través de su cuenta de Twitter. “Ahora, más que nunca, la colaboración internacional es fundamental para combatir la trata de personas, pues somos conscientes del aumento de los riesgos para niñas y mujeres que ha traído consigo la crisis del COVID-19”, afirmó, por su parte, <strong>Marise Payne</strong>.