The Diplomat
El que candidatos españoles sean elegidos o no para altos cargos a nivel internacional no depende solo de la influencia o el prestigio de España, según el Gobierno, que promete seguir promoviendo este tipo de candidaturas.
Así se expresa el Ministerio de Asuntos Exteriores, UE y Cooperación en una respuesta parlamentaria a Vox presentada después de que el ministro de Ciencia, Pedro Duque, no fuera elegido el pasado diciembre para dirigir la Agencia Espacial Europea (ESA), pese a que su candidatura fue «particularmente promovida y apoyada desde el Gobierno».
Los de Santiago Abascal sostienen en su pregunta que «este último fracaso se suma a otros intentos fallidos de colocación de ministros españoles en distintas instituciones internacionales» citando los casos concretos de la Organización Mundial del Comercio (OMC) y el Eurogrupo.
Para el primero de los puestos, se habló de la candidatura de la ministra de Asuntos Exteriores, Arancha González Laya, mientras que en el segundo de los casos la ministra de Economía, Nadia Calviño, perdió frente a su homólogo irlandés, Paschal Donohoe.
Así las cosas, Vox preguntó al Gobierno si se planteaba revisar su acción exterior teniendo en cuenta estos «fracasos» y en concreto si se planteaba «un cambio en la diplomacia respecto a la participación española en distintas organizaciones internacionales de las que forma parte».
Además, los diputados de Vox se interesaron por saber «qué medidas concretas piensa adoptar el Gobierno con el fin de potenciar la influencia de España en los distintos organismos internacionales».
El Gobierno, sin embargo, «no comparte la visión» que Vox traslada en su pregunta. En su respuesta parlamentaria, a la que tuvo acceso Europa Press, sostiene que «España ha logrado éxitos internacionales muy notables en el último año, entre los que destaca sin lugar a dudas haber logrado impulsar una movilización europea sin precedentes contra las consecuencias de la pandemia del COVID-19».
Por lo que se refiere al «éxito o fracaso de las candidaturas a diferentes posiciones internacionales», defiende el Ejecutivo, «obedece a un cúmulo de razones y equilibrios que no solo tienen que ver con el prestigio o influencia de un país».
En todo caso, el Gobierno en su conjunto, pero sobre todo el Ministerio de Exteriores, recalca la respuesta, «va a seguir siempre apoyando la presentación de candidaturas españolas, rigurosas y bien fundamentadas a puestos de relevancia».