<h6><strong>Eduardo González</strong></h6> <h4><strong>Las cuentas anuales del Consorcio Casa Asia correspondientes al ejercicio 2019 revelan un saldo positivo de 40 millones de euros, en contraste con la “delicada situación patrimonial” del año anterior, a causa, sobre todo, de las cantidades extraordinarias inyectadas por el Ministerio de Asuntos Exteriores para una serie de actividades concretas organizadas conjuntamente con la Asia/Europe Foundation (ASEF).</strong></h4> De acuerdo con la <a href="https://www.boe.es/boe/dias/2021/02/18/pdfs/BOE-A-2021-2508.pdf" target="_blank" rel="noopener noreferrer"><strong>Memoria de las Cuentas Anuales</strong></a>, publicada ayer por el Boletín Oficial del Estado (BOE), el Consorcio Casa Asia presentaba al cierre del ejercicio <strong>2019 un resultado positivo de 40,1 millones de euros y un patrimonio neto negativo por importe de 2, millones de euros</strong>. Esta evolución de los ingresos del ejercicio 2019 se ha visto marcada por <strong>“una aportación extraordinaria por parte del Ministerio de Asuntos Exteriores, Unión Europea y Cooperación” dedicada “exclusivamente para actividades coorganizadas conjuntamente con ASEF”</strong>, una organización intergubernamental con sede en Singapur y única institución del foro de diálogo de jefes de Estado y de Gobierno Asia-Europe Meeting (ASEM). Concretamente, las actividades indicadas son un seminario de periodistas asiáticos y europeos, una reunión de jóvenes estudiantes asiáticos y europeos en el marco de ASEM y un festival cultural. En relación a los gastos, la Memoria destaca “el enorme esfuerzo en la contención de los mismos en línea con la situación patrimonial del Consorcio”. Concretamente, la Memoria destaca una serie de medidas “enmarcadas dentro del plan que ha de permitir la viabilidad presente y futura del Consorcio”, como una “contención de la masa salarial”, facilitada por una reducción de la plantilla desde las 54 personas de finales del ejercicio 2011 a una plantilla de 26 personas a finales del ejercicio 2019; una “contención de gastos en general y de programación” y un aumento de “los esfuerzos para incrementar las aportaciones externas mediante la incorporación de nuevos patronos y entidades colaboradora”s. <strong>“Bajo el supuesto de mantenimiento de ingresos, y siempre y cuando los miembros del Consorcio mantengan el mismo nivel de aportaciones que en el ejercicio 2019, estas medidas han de permitir en el futuro compensar el déficit acumulado y lograr el reequilibrio patrimonial”</strong>, añade la Memoria, que advierte de que “en la actualidad es difícil realizar una estimación de <strong>los posibles impactos que la situación generada por la pandemia </strong>tendrá sobre la actividad y la situación económico-patrimonial de Casa Asia”. Por todo ello, la Memoria de 2019 presenta notables diferencias con <strong>la de 2018, presentada hace justamente un año, que arrojaba un resultado negativo de más de 1,5 millones a causa de “una disminución en el volumen de aportaciones por parte de la Generalitat de Cataluña y del Ayuntamiento de Barcelona con respecto a los ejercicios anteriores</strong>”, lo cual, unido a las deudas del Consorcio, ponía en peligro la capacidad de la entidad “para continuar con sus operaciones, y cumplir con las obligaciones que de las mismas se derivan”. Casa Asia nació en 2001 tras <strong>un convenio de colaboración entre el Ministerio de Asuntos Exteriores, la Generalitat de Cataluña y el Ayuntamiento de Barcelona, que conforman el Consejo Rector</strong>. El acuerdo de colaboración establece que el Ministerio debe pagar el 60% de los gastos ordinarios y de programas del consorcio y el Ayuntamiento y la Generalitat se reparten a partes iguales el 40% restante. Los otros miembros del Consejo Rector son los Ayuntamientos de Madrid (desde 2007) y Valencia (desde 2017). En el ejercicio de 2019, los porcentajes de participación de las administraciones consorciadas fueron de un 58% por parte del Ministerio, un 26,10% por parte del Ayuntamiento de Barcelona (para el uso y disfrute de la sede central, en el edificio de la Comisión Nacional de los Mercados y la Competencia, CNMC, de Barcelona), un 10,22% por parte de la Generalitat de Cataluña y un 5,68% por parte del Ayuntamiento de Madrid (para los derechos de uso y disfrute de la subsede en el Palacio de Cañete). <strong>Durante el ejercicio 2019 la presidencia del Consejo Rector fue ejercida por el Ministerio de Asuntos Exteriores</strong> y las vicepresidencias correspondieron a la Generalitat y a los Ayuntamientos de Barcelona y Madrid. <strong>En el ejercicio 2020, la presidencia correspondió a la Generalitat.</strong> Hasta 2016, el Ayuntamiento de Barcelona y el Ministerio de Exteriores abonaron su parte correspondiente, pero <strong>la Generalitat redujo considerablemente sus aportaciones a Casa Asia desde 2013</strong> en el marco de su política de ampliación de la presencia en el exterior y de ‘desconexión’ del Ministerio de Exteriores. En 2015 redujo su aportación en casi un 80%. A finales de 2016, el Gobierno catalán de Artur Mas se comprometió a pagar 340.000 euros, que finalmente quedaron en 90.000, mientras que el siguiente Ejecutivo de Carles Puigdemont se limitó a alegar que los presupuestos de 2016 no incluían ninguna partida para Casa Asia. En los ejercicio de 2018 y 2019, la aportación de la Generalitat fue de 180.000 euros.