<h6><strong>The Diplomat</strong></h6> <h4><strong>Su Majestad el Rey señaló ayer, en su tradicional discurso anual ante el Cuerpo Diplomático acreditado en Madrid, que España aboga por una reforma del sistema de salud global, que dote a la Organización Mundial de la Salud (OMS) de mayores capacidades de alerta, preparación, supervisión y asistencia.</strong></h4> El acto, celebrado en el Palacio Real, estuvo marcado por la situación que se vive a causa de la COVID-19, tanto en la celebración como en las palabras pronunciadas, primero por monseñor<strong> Bernardito Auza -Nuncio de Su Santidad y decano del Cuerpo Diplomático</strong>-, y después por Felipe VI. Monseñor Bernardito Auza recordó a los fallecidos por el coronavirus y elogió la labor de los sanitarios y cuerpos de seguridad. Tras referirse a las consecuencias de la pandemia, manifestó que “España cuenta, para salir adelante, con su probado espíritu de superación y su compromiso europeo”. En su discurso, el Rey, que estuvo acompañado por la Reina, tuvo palabras de agradecimiento y recuerdo, ensalzando en particular la labor realizada por los diplomáticos en todo el mundo durante la pandemia “ayudando a muchos ciudadanos” y contribuyendo “en muchos casos a salvar vidas”. Don Felipe indicó que la situación que estamos viviendo ha puesto de manifiesto <strong>“la interdependencia entre todos los pueblos y ciudadanos de la Tierra</strong> <strong>y nos ha recordado la importancia del multilateralismo”</strong> para abordar los desafíos actuales, entre los que mencionó el cambio climático, la desigualdad o la pobreza. En ese sentido, apuntó que el compromiso de España con el multilateralismo y con Naciones Unidas en el contexto de la pandemia se ha manifestado con un <strong>aumento de nuestras contribuciones voluntarias a organizaciones como el Alto Comisionado para los Refugiados, el Programa Mundial de Alimentos, la Organización Internacional de Migraciones o la Organización Mundial de la Salud (OMS).</strong> Y refiriéndose a <strong>la OMS</strong>, dijo que es <strong>“una absoluta prioridad para España”</strong>. Por ello, nuestro país -indicó- aboga por “<strong>una reforma del sistema de salud global</strong> que lo haga más eficiente e inclusivo, en el que <strong>la OMS desempeñe un papel central</strong> que articule las diferentes iniciativas en materia de salud”.” Esa reforma deberá <strong>mejorar las capacidades de alerta, preparación, supervisión y asistencia</strong> de la Organización”, agregó. El Rey defendió que ante la crisis que padecemos, es necesario “oponer una voluntad de superación aún mayor” y <strong>“mirar al futuro con una ambición renovada"</strong>. “Si esta crisis ha supuesto un freno a nuestro progreso estamos obligados a recuperar el camino con un esfuerzo redoblado”, dijo. Para esa “inmensa tarea”, según Felipe VI, “la unión coordinada de esfuerzos constituye una herramienta fundamental”. En este sentido, aseguró a los presentes que para ella se podrá contar siempre con España, “como socio firmemente comprometido con la comunidad internacional”. Más adelante reiteró que la <strong>defensa de los Derechos Humanos</strong> seguirá siendo un elemento definidor de la política exterior de España, demostrado -dijo- con la “presencia activa en los principales foros internacionales” en la materia, así como con la promoción y protección de derechos de mujeres y niñas, “también un pilar fundamental”. “La igualdad de género y la participación de las mujeres en todos los ámbitos de la sociedad sigue siendo un reto fundamental de nuestro tiempo que se ha visto agravado” por la pandemia, manifestó el Monarca, quien advirtió del riesgo de que se agraven las desigualdades preexistentes que había en este ámbito. Don Felipe repasó también las distintas áreas geográficas y los intereses particulares en cada una de ellas. Así, aprovechó para felicitar al nuevo presidente estadounidense,<strong> Joe Biden</strong>, y se mostró convencido de que las relaciones bilaterales “saldrán fortalecidas y enriquecidas”. Al hablar de la Unión Europea, reconoció que se enfrenta a “grandes desafíos” y destacó que 2021 viene determinado por “la prioridad de vacunar” pero también de la solidaridad para “paliar el impacto económico” de la pandemia. El Rey trasladó el apoyo de España a <strong>Portugal</strong>, que ocupa la presidencia rotatoria de la UE en el primer semestre, señalando que comparte con el país vecino “el compromiso de avanzar en el desarrollo del pilar social europeo”. “Solo así podremos lograr una recuperación verdaderamente inclusiva”, enfatizó. En cuanto al <strong>Reino Unido</strong>, apostando por “una nueva relación” tras el Brexit, y por un “diálogo permanente en pos de intereses y objetivos compartidos”. Por lo que se refiere a Iberoamérica, resaltó que “ante la adversidad hemos estrechado aún más nuestros lazos” y repasó las distintas citas y acontecimientos en la región en 2021. Entre estos, aludió a la<strong> Cumbre Iberoamericana de Andorra</strong>, en un año en que se cumple el treinta aniversario del comienzo del Sistema de Cumbres. También expresó el deseo de España de “acompañar activamente” la celebración de los<strong> bicentenarios de la independencia que este año celebrarán México, Perú y los países centroamericanos</strong>. Don Felipe mencionó expresamente al<strong> Magreb</strong>, confiando en que se pueda “retomar pronto la agenda de encuentros” con <strong>Marruecos, Argelia y Túnez,</strong> así como a<strong> Oriente Próximo</strong>. Respecto a esta última cuestión, recordó que <strong>se cumplen 30 años de la Conferencia de Paz de Madrid</strong> y expresó su deseo de que se “recupere el espíritu” de esa cita y que palestinos e israelíes puedan retomar las negociaciones con vistas a una solución de dos estados. En cuanto a <strong>África</strong>, aseguró que está cada vez más presente en la política exterior española y que ofrece grandes oportunidades, si bien aún subyacen “grandes desafíos” en particular la persistencia de los conflictos y la violencia en zonas como el Cuerno de África o el Sahel. Por lo que se refiere a Asia, resaltó el creciente interés en este continente hacia la lengua y la cultura españolas. <strong>Una ceremonia con restricciones</strong> Como adelantó<em> The Diplomat</em>, la ceremonia se desarrolló con <strong>restricciones derivas de la pandemia</strong>. Así, el número de asistentes a la recepción quedó reducido a <strong>algo más de un centenar</strong>, después de que solo se haya invitado a <strong>embajadores</strong>, <strong>jefes de misión y representantes de organismos internacionales acreditados y residentes en España</strong>, que no estuvieron acompañados por sus cónyuges. Además, para garantizar el cumplimiento de las normas frente a la COVID-19, los invitados fueron distribuidos en distintas salas. Entre los asistentes estuvieron el presidente del Gobierno, <strong>Pedro Sánchez</strong>; la ministra de Asuntos Exteriores, <strong>Arancha González Laya</strong>; los cuatros secretarios de Estado de este departamento; la subsecretaria del Ministerio; y el director del Instituto Cervantes. La ceremonia se abrió con un saludo a los Reyes por los invitados en la Saleta Gasparini, que Don Felipe comentó bromeando, a su término, que había sido “la más breve seguro”, ya que los embajadores y representantes pasaron, de forma ágil, realizando en la gran mayoría de los casos una rápida inclinación de cabeza. Después, tuvieron lugar los discursos e<strong>n la sala del Trono donde estuvieron presentes Sánchez, González Laya y el resto de altos cargos, así como 23 embajadores y jefes de misión,</strong> entre los que figuraban los r<strong>epresentantes de organizaciones internacionales como la SEGIB, la OMT o la Unión por el Mediterráneo,</strong> así como aquellos que presentaron sus cartas credenciales con anterioridad, aunque teniendo en cuenta también el criterio de vecindad, según ha explicado Casa Real. En el marco de las medidas adoptadas frente a la COVID-19, se tomó la temperatura a todos los asistentes en los puntos de acceso al Palacio Real, quienes debieron usar gel hidroalcohólico antes de entrar, y permanecieron en todo momento con mascarillas y guardando las distancias de seguridad.