Diego Carcedo
Periodista / Presidente de la Asociación de Periodistas Europeos
No hubo sorpresa en las elecciones presidenciales portuguesas. El miedo a que la pandemia –que estos días está en su pico más alto– afectase a la participación apenas se hizo notar y las predicciones se cumplieron a rajatabla: el número de votantes fue similar al de hace cinco años y Marcelo Rebelo de Sousa, el presidente que en medio de tantos problemas –crisis económica y pandemia incluidas- adquirió la más alta cota de simpatías entre los cinco jefes de estado que le precedieron -goza del afecto de los ciudadanos de todas las corrientes sociales que les consideran como uno de los suyos-, se impuso a los siete candidatos que se disputaban el puesto por una mayoría clara de más del sesenta por ciento de los votos, lo que garantiza su reelección sin necesidad de competir en una segunda vuelta.
Rebelo de Sousa, profesor y periodista –se hizo famoso con sus comentarios políticos desde la televisión pública–, pertenece al Partido Socialdemócrata fundado por el fallecido Francisco Sá Carneiro, el partido que estas décadas pasadas se alternó en el poder con el Partido Socialista que durante muchas legislaturas encabezó el también fallecido Mario Soares. La línea política del PSD es liberal pero la de Rebelo de Sousa responde más al centrismo que triunfa en Europa. A diferencia de otros presidentes que le precedieron, él no tuvo ningún conflicto conocido con el primer ministro, actualmente Antonio Costa.
A la colaboración y excelente relación entre los dos más altos cargos de la política portuguesa se atribuye una buena parte de la modernización y crecimiento económico que experimentó el país en los últimos años. Ante la satisfacción de esa relación, los socialistas renunciaron por primera vez a presentar un candidato oficial propio. Compitió como socialista, aunque sin el marchamo oficial del Partido. La comisaria lusa en la Unión europea, la brillante economista Ana Gomes, que cumplió su misión con dignidad, quedó en segundo lugar aunque a mucha distancia del ganador.
Probablemente la mayor sorpresa que ofrece la lista de diputados sea la de André Ventura, candidato por Chega!, el partido de derecha extrema que ya en las últimas elecciones obtuvo unos resultados que le proporcionaron un escaño en la Asamblea de la República. Rebelo de Sousa conoció su triunfo con la modestia que le viene caracterizando. Seguirá fiel a la línea política que le ha proporcionado tanta popularidad y respeto. Su preocupación está con las clases modestas y en general con los problemas sociales. Recorre el país casi a diario. Donde surge alguna catástrofe o se produce alguna desgracia, allí está presente, dispuesto a ayudar y a consolar a los familiares de las víctimas, a los heridos o desamparados.
Su admiración por España y la cultura española es sobradamente conocida. Sigue los avatares de la política española y es de los portugueses que comparte la idea de que los dos países necesitan el apoyo mutuo, sobre todo en el marco de la política internacional. Visita España con frecuencia para pronunciar conferencias –habla español entre otros idiomas– y mantiene excelente amistad con el Rey Felipe VI.
© Este artículo ha sido publicado originalmente en Atalayar