The Diplomat
A lo largo de 2020, la OMT ha insistido constantemente en la promoción de las inversiones en el sector turístico como clave para su recuperación y fortalecimiento. Y ha lanzado numerosas iniciativas para animar, tanto al sector público como al privado, a invertir en el tercer mayor sector de la economía mundial, sólo por detrás de los productos químicos y el petróleo.
En los seis primeros meses de 2020, debido a la pandemia de la Covid-19, la Inversión Extranjera Directa (IED) en turismo cayó un 73%, según datos de la OMT. Una caída muy significativa si se tiene en cuenta que en 2019 se alcanzó el pico del crecimiento inversor, que había sido constante desde 2016: 61.800 millones en IED.
Las inversiones son un componente crucial para la recuperación y el fortalecimiento del ecosistema turístico, como numerosos participantes coincidieron en señalar durante el primer Foro de Inversiones que la OMT organizó el pasado mes de septiembre en Tiflis (Georgia).
Pero no se trata sólo de invertir dinero, sino de innovar los mecanismos financieros, fomentar la inversión ‘verde’ y utilizar nuevas tecnologías. En resumen hacer que las inversiones en el sector turístico sean sostenibles, de acuerdo a los Objetivos del Desarrollo Sostenible, y contribuyan a crear iniciativas innovadoras.
El Consejo Ejecutivo de la OMT, que se reunirá en Madrid los próximos 18 y 19 de enero, analizará las propuestas de trabajo del Foro de Inversiones, que se plantearon sobre cuatro ejes: fomentar las redes de inversión; difundir las tendencias de inversión; incrementar la cooperación internacional para facilitar las inversiones; y ofrecer perspectivas que promuevan el intercambio de conocimientos sobre atracción de inversiones.
Más allá de los instrumentos financieros que ofrezcan liquidez para apoyar a la cadena de valor del turismo a corto plazo, lo que los responsables de la Organización Mundial del Turismo se proponen es “crear vehículos de inversión que aceleren la difusión de la tecnología, la inclusión y la sostenibilidad en aras de la resiliencia del sector en el mundo posterior a la COVID-19”.
En este sentido, uno de los principales focos de atención estará en trabajar con socios del sector privado para promover la financiación verde y compartir experiencias sobre recursos para edificios sostenibles. La cooperación inicial ya se está plasmando en una serie de programas de formación para promover la inversión verde con miras a la recuperación a largo plazo del sector turístico.