<h6><strong>The Diplomat</strong></h6> <h4><strong>La Fundación Alternativas analizó el pasado miércoles las protestas masivas registradas en Irán a raíz del asesinato de la joven Mahsa Amini por parte de la Policía, las cuales constituyen una “revolución feminista” que aspira a cambiar el régimen y que cuenta, además, con “el apoyo de los hombres”.</strong></h4> <strong> </strong> El pasado miércoles, la Fundación Alternativas organizó el debate on-line titulado <em>Irán y la revolución feminista ¿Cambio político?</em>, en que se analizaron los últimos acontecimientos ocurridos en el país tras el asesinato de Amini el pasado 19 de septiembre en Teherán a manos de la Policía y que ha servido de detonante para “una contestación masiva de las mujeres iraníes por todo el país”. El debate, moderado por <strong>Vicente Palacio, director de Política Exterior de la Fundación Alternativas</strong>, puso sobre la mesa las claves de los que está pasando en el régimen de los ayatolas: las causas de las protestas y su dimensión en la sociedad, la situación actual de la mujer iraní, las expectativas de cambio político hacia un modelo democrático, las posibles vías de influencia desde la diáspora iraní en el extranjero o los escenarios que se abren tanto a nivel interno como a nivel regional en Oriente Medio y Golfo Pérsico. <strong>Ángeles Espinosa, periodista y escritora, ex corresponsal de <em>El País</em> en Teherán</strong>, destacó que Irán tiene una “gran experiencia” de revoluciones, la última en 1979, y a estas alturas de las protestas feministas “podemos hablar de un movimiento revolucionario que aspira a cambios sustanciales en el sistema”. Las imágenes de mujeres quitándose el velo y cortándose el pelo tras la muerte de Amini han sido “muy poderosas” y han desbordado el “ámbito del feminismo” y “lo que me llama la atención es que las mujeres hayan conseguido el apoyo de los hombres, en su mayoría jóvenes universitarios, y la aspiración es conseguir un cambio de régimen”, destacó. Para <strong>Luciano Zaccara, profesor en el Gulf Studies Center de la Universidad de Qatar</strong>, no sólo las mujeres, sino la población iraní en su totalidad ha sido siempre “muy propensa a manifestarse” en contra del poder político cada vez que lo ha creído necesario, y siempre “la mujer ha sido parte activa” de estos movimientos políticos y sociales. El papel de la mujer en la revolución islámica (1979) es “innegable”, así como en las protestas estudiantiles de 1999. Y en este movimiento feminista, afirmó, lo destacable es que “no sólo está compuesto por mujeres, sino también por hombres, y todos, hombres y mujeres, proceden de distintos grupos sociales y tienen diferentes edades”. Por su parte, <strong>Anahita Nassir, politóloga experta en Irán de la Fundación IBO</strong>, sostuvo que el movimiento es una “frustración colectiva” que ha salido a la calle. Las mujeres iraníes llevan 43 años sometidas a un “régimen discriminatorio en todos los sentidos”, sin libertades laborales, de vestimenta o en el ámbito de la familia. Por ello, las mujeres han dicho “basta” por una serie de motivos, y la frustración que antes se llevaba a cabo con “pequeñas luchas cotidianas” ahora se ha convertido en un “movimiento social”. Los posibles escenarios son “difíciles de prever”, porque el régimen es capaz de superar las “teorías existentes”, y con total seguridad va a “reprimir las protestas”, no va a ceder el poder y no va a aceptar la “eliminación del velo” porque es un “símbolo de su construcción política”. <strong>Maryam Eftekharian, hispanista, traductora y profesora de español, inglés y persa</strong>, aclaró que “el problema no es sólo el tema del velo, sino que las mujeres recuperen derechos que tenían antes de la revolución”, cuando Irán era un país más liberal, sin segregación en las aulas y con vías de modernización. En aquella época, las mujeres tenían “más responsabilidades sobre los hijos, la edad para casarse pasó de 13 a 18 años y la bigamia no estaba tan extendida como ahora”. En estos momentos, “somos vistas como una herramienta sexual y nos imponen códigos estrictos de vestimenta: con el gobierno actual hemos retrocedido más de cien años”, denunció.