The Diplomat
El ministro de Asuntos Exteriores, José Manuel Albares, pidió ayer a su homólogo polaco, Zbigniew Rau, que se juzgue “lo antes posible” al periodista español Pablo González, quien permanece detenido en Polonia desde el pasado mes de febrero bajo a acusación de espionaje.
Albares trasladó este mensaje durante un encuentro bilateral con Rau en los márgenes de la reunión de ministros de Asuntos Exteriores de la OTAN, que concluyó ayer en Bucarest. “En el encuentro con mi homólogo polaco hemos repasado las relaciones bilaterales y el actual contexto internacional, acordando continuar la cooperación en el seno de la UE y la OTAN”, declaró el jefe de la diplomacia española a través de su cuenta oficial de Twitter.
“Hay que respetar la legalidad polaca”, declaró el propio ministro a la prensa. “Lo que yo le he pedido es que, lo antes posible” y “en cuanto termine la investigación”, Pablo González “pueda ser llevado a juicio, donde él tendrá derecho a su defensa, como la está teniendo”. En todo caso, precisó, todavía no se puede estimar una fecha “porque la investigación sigue en marcha” y el propio ministro polaco le indicó que la investigación “todavía se va a prolongar un poco más dentro de lo normal de esos cargos”. El tribunal polaco de Przemysl ordenó el pasado 24 de noviembre la prolongación en otros tres meses de la prisión preventiva impuesta al periodista español.
Albares aseguró también que el Gobierno sigue “muy de cerca” el caso para que se respeten los derechos a la defensa del periodista y sus derechos fundamentales, “lo cual es el caso”. “Su abogado conoce los cargos, puede presentar los recursos que él quiera. Tiene acceso a él”, añadió. El periodista ya ha recibido siete visitas consulares en prisión y Albares ha llevado su caso ante Rau al menos en cuatro ocasiones. Según el ministro, la Embajada de España en Polonia “tiene instrucciones de estar prioritariamente encima de este caso”.
Pablo González, residente en Guernica, fue detenido el pasado 28 de febrero en Przemysl, en Polonia, donde cubría informativamente la crisis de refugiados causada por la invasión rusa de Ucrania. La Agencia Polaca de Seguridad Interior acusó a González de usar su profesión para encubrir actividades para la inteligencia militar rusa, por lo que podría recibir una pena de hasta diez años de prisión.