<h6><strong>The Diplomat</strong></h6> <strong>El ministro de Asuntos Exteriores, José Manuel Albares, declaró ayer en Bucarest, con motivo de la reunión ministerial de la OTAN, que China puede ser “un socio para la paz en Ucrania” gracias a su capacidad de interlocución con el presidente de Rusia, Vladímir Putin.</strong> <strong> </strong> <strong>“China ocupa cada vez un espacio mayor en la comunidad internacional y tenemos que decidir cuándo es un competidor y cuándo podemos hacer cosas conjuntamente, como para traer la paz a Ucrania, hablar con Vladímir Putin o hacer frente al cambio climático”</strong>, declaró el ministro ante los periodistas antes del comienzo de la segunda y última jornada de la ministerial de la Alianza. Posteriormente, y una vez concluida la reunión, Albares declaró de nuevo a la prensa que muchos ministros habían hecho “hincapié” en el vínculo entre China y Rusia “desde una doble faceta”, incluida su capacidad para conseguir la paz en Ucrania. “China puede jugar un papel en la moderación de Vladimir Putin, en la vuelta a la paz”, afirmó. <strong>La jornada de ayer en Bucarest estuvo dedicada, sobre todo, a “los desafíos a largo plazo que plantea China”</strong>, según informó la OTAN en una nota de prensa. En este sentido, los ministros de Asuntos Exteriores analizaron “los ambiciosos progresos militares de China, sus avances tecnológicos y sus crecientes actividades cibernéticas e híbridas” y destacaron la importancia de “mantener la ventaja tecnológica de la Alianza y seguir reforzando la cooperación con los socios de la región Indo-Pacífica y con la Unión Europea”. Asimismo, <strong>el secretario general de la Alianza, Jens Stoltenberg</strong>, declaró ayer en rueda de prensa que, al igual que la guerra en Ucrania puso en evidencia la peligrosa dependencia del gas ruso, “esto también debería llevarnos a evaluar nuestras dependencias de otros regímenes autoritarios, entre ellos China, para nuestras cadenas de suministro, tecnología o infraestructura”. “Seguiremos, por supuesto, comerciando y comprometiéndonos económicamente con China, pero tenemos que ser conscientes de nuestras dependencias, reducir nuestras vulnerabilidades y gestionar los riesgos”, añadió. Al respecto, <strong>Albares declaró ante los periodistas que el creciente interés de la OTAN por China no tiene por qué implicar una desatención hacia otros frentes, como el sur</strong>. El Flanco Sur, recordó, está “muy claramente definido, precisamente a propuesta española”, en el Concepto Estratégico aprobado el pasado mes de junio en la cumbre de la Alianza en Madrid. Aparte, prosiguió, “muchos de los desafíos que hemos encontrado en el este, como puede ser el uso del gas o de los suministros energéticos como arma, el uso de la inmigración ilegal como arma o el hecho de que cada vez más las amenazas rusas son las amenazas rusas desde el sur, todo eso lo tienen muy claro todos los socios”.