<h6></h6> <h6></h6> <h6><strong>The Diplomat</strong></h6> <h4><strong>El Ministerio de Asuntos Exteriores de Marruecos se vio obligado a realizar ayer una declaración en la que reconoce que sí hay fronteras terrestres con España, después de que saliera a la luz una carta enviada por Rabat al Consejo de Derechos Humanos de la ONU en la que afirmaba lo contrario y calificaba a Melilla de “presidio ocupado”.</strong></h4> La misiva, que lleva fecha 9 de septiembre es una <strong>respuesta a las aclaraciones que el Consejo le había pedido sobre el “uso excesivo y letal de la fuerza” contra migrantes de origen africano</strong> en los sucesos ocurridos el pasado 24 de junio en la valla fronteriza de Melilla. En esa carta, a la que tuvo acceso<em> Europa Press,</em> Marruecos afirmaba que e<strong>s "inexacto" referirse a "la línea de separación entre Marruecos y Melilla" como "frontera hispano-marroquí", como se señala en el texto en el que se pedían aclaraciones, puesto que "el Reino de Marruecos no cuenta con fronteras terrestres con España y Melilla</strong> sigue siendo un presidio ocupado y por este motivo, no se puede hablar de fronteras, sino de simples puntos de paso". La difusión del escrito provocó que, la <strong>portavoz del Grupo Popular en el Congreso de los Diputados, Cuca Gamarra,</strong> aprovechara su intervención en el Pleno de la Cámara, para<strong> conminar al presidente del Gobierno, Pedro Sánchez, a que dijera que es “rotundamente falso” lo que declara Rabat</strong> y no marcharse “sin defender nuestra integridad territorial” y la soberanía de España. Desde su escaño, <strong>Sánchez, respondió de manera rotunda: “Ceuta y Melilla son España, punto”.</strong> Tras el revuelo creado por la carta, <strong>Marruecos se apresuró a hacer una aclaración sobre un escrito que parecía dinamitar de nuevo el clima de entendimiento creado entre Madrid y Rabat</strong>, que el pasado abril iniciaron una nueva etapa en la relación diplomática después de la carta remitida por Pedro Sánchez, al rey Mohamed VI afirmando que el plan de autonomía marroquí para el Sáhara es "la base más sólida, realista y creíble" para una solución al conflicto. <strong>Un alto cargo del Ministerio marroquí de Asuntos Exteriores</strong> manifestó a <em>Efe</em> que <strong>la declaración conjunta firmada entre Marruecos y España el 7 de abril reconoce que entre los dos países hay también "fronteras terrestres".</strong> En esa declaración, no obstante, <strong>no se aludía a fronteras terrestres</strong>, cuando se anunciaba que "la plena normalización de la circulación de personas y de mercancías" se restablecería "de manera ordenada, incluyendo los dispositivos apropiados de control aduanero y de personas a nivel terrestre y marítimo". <strong>Ayer, sin embargo, el citado alto cargo marroquí, citó esa declaración, modificándola y hablando de “…dispositivos apropiados de control aduanero y de personas a nivel de fronteras terrestres y marítimas”.</strong> Fuentes diplomáticas españolas consultadas por <em>The Diplomat</em> pusieron de relieve que, después de que se produjera <strong>el envío de la carta al Consejo de Derechos Humanos</strong>, tuvo lugar <strong>el 21 de septiembre una reunión en Nueva York entre el ministro de Asuntos Exteriores, José Manuel Albares, y su colega marroquí, Nasser Bourita</strong>, en la que se habría hablado de ese asunto, hasta el punto de que tras su encuentro, dijeron que la <strong>intención de los dos gobiernos es que las aduanas abran durante el mes de enero.</strong> "Hemos acordado trabajar para que el inicio del paso de mercancías de manera ordenada y gradual a través de los puestos aduaneros terrestres tenga lugar a lo largo del mes de enero", desveló Albares, refiriéndose a la <strong>aduana de Melilla, cerrada por Marruecos de forma unilateral en 2018, y a la apertura de una nueva en Ceuta, donde no existía hasta la fecha.</strong> <strong>El ministro marroquí confirmó la intención de su país de cumplir con lo acordado en la declaración del 7 de abr</strong>il y dijo que los dos países trabajarán para "un retorno a la normalidad de forma eficaz" en lo relativo al paso de personas y mercancías por los puestos terrestres y marítimos, confiando en que los "dispositivos" necesarios estén en marcha "desde el principio de año en el marco de una cooperación franca entre dos socios y amigos". El alto cargo de Exteriores insistió ayer en que la declaración adoptada en abril tras la reunión entre Mohamed VI y Sánchez en Rabat "contiene las bases y principios fundamentales de la nueva fase de asociación entre los dos países vecinos".