<h6><strong>The Diplomat</strong></h6> <strong>La crisis diplomática entre España y Argelia generó ayer en el Congreso una nueva ronda de acusaciones mutuas entre el ministro de Asuntos Exteriores, José Manuel Albares, y el Partido Popular, principal formación opositora.</strong> “El problema es su incompetencia, que tiene un impacto directo en la vida de los españoles”, afirmó <strong>la portavoz de Exteriores del Grupo Popular en el Congreso, Valentina Martínez Ferro</strong>, durante una pregunta al ministro sobre qué está haciendo el Gobierno para restablecer las relaciones con Argelia. <strong>“Se han interrumpido los intercambios comerciales, se ha disparado el número de inmigrantes desde Argelia y tanto el suministro como el precio del gas están hoy en vilo” en medio de “la mayor crisis energética de los últimos 50 años”</strong>, prosiguió la diputada durante la sesión de control al Gobierno en el pleno de la Cámara Baja. “¿Qué está haciendo para mejorar la relación tan importante que tenemos con Argelia?”, preguntó. “No nos podemos permitir un ministro incapaz de ofrecer una solución, porque las empresas españolas pierden cada día 4,4 millones de euros en exportaciones”, advirtió. “Bájese del pedestal”, añadió. En su respuesta, <strong>Albares</strong> repitió, una vez más, su habitual argumento de que la diplomacia requiere “discreción, lealtad y sentido de Estado”, tres cualidades que, aseguró, le faltan al PP, con el que es “imposible” mantener una política exterior “coherente”. Asimismo, reiteró que España desea mantener “las mejores relaciones” con Argelia, unas relaciones que siempre se han caracterizado por el “respeto mutuo y la no injerencia en asuntos internos”, y aseguró que la recuperación de las relaciones con Marruecos ha permitido la reapertura de las fronteras, el incremento del comercio y la mejora del control migratorio. Según Albares, la defensa de las relaciones con Argelia es compatible con la defensa de los intereses de los españoles y de sus empresas y, en este sentido, acusó al PP de ir contra los intereses de España y de llevar “meses criticando” sin aportar soluciones ni facilitar el consenso. <strong>“Si no van a arrimar el hombro, por lo menos no estorben”</strong>, proclamó. <strong>España y Argelia atraviesan una grave crisis diplomática a raíz de la decisión del presidente del Gobierno, Pedro Sánchez, de reconocer el plan de autonomía marroquí para el Sáhara Occidental</strong>, una medida que ha permitido reflotar las relaciones con Marruecos a costa de las relaciones con Argelia. Esta situación se ha traducido en la llamada a consultas del embajador argelino en Madrid y en la decisión argelina de suspender el Tratado de Amistad, Buena Vecindad y Cooperación, así como en posibles amenazas a las transacciones financieras con España, lo que ha llevado a Albares a denunciar estas medidas ante la Comisión Europea. No obstante, Argelia ha insistido en todo momento en que cumplirá sus “obligaciones contractuales” para el suministro de gas a España. El pasado 26 de septiembre, el ministro reconoció durante un desayuno informativo de Europa Press que sigue habiendo “bloqueo” en algunas operaciones comerciales entre los dos países.