The Diplomat
El rey de Marruecos, Mohamed VI, agradeció el sábado la posición «clara y responsable» de España en relación a la «marroquidad» del Sáhara Occidental.
Las palabras del monarca fueron pronunciadas monarca durante un discurso con motivo del 69° aniversario de la Revolución del Rey y del Pueblo, la denominación oficial del alzamiento nacionalista contra las autoridades coloniales francesas.
Tras el respaldo expresado en marzo por el Gobierno español al plan de autonomía de Marruecos frente a las ambiciones de independencia del movimiento independentista saharaui del Frente Polisario, Mohamed VI afirmó en el citado discurso: «Apreciamos la posición clara y responsable de España, nuestra vecina, que bien conoce el origen y la realidad de este diferendo».
En su intervención, recogida por la agencia oficial de noticias marroquí MAP, el monarca aseguró que la «inamovible posición de los Estados Unidos» a favor del plan de autonomía ha facilitado que «numerosos países de mucho peso manifestaran su apoyo y consideración positiva a la iniciativa» de Rabat para resolver esta «artificial» disputa.
Esta «posición constructiva» expresada por Estados Unidos o España contribuirá, según Mohamed VI, «a abrir una nueva página en las relaciones de confianza y el fortalecimiento de la asociación de calidad, con estos países amigos».
El monarca también se dirigió a otros países que todavía no se han pronunciado abiertamente sobre la cuestión del Sáhara Occidental, a quienes pidió que aclaren su postura.
«Esperamos que algunos países, entre los socios de Marruecos, tanto tradicionales como nuevos, que adoptan posiciones poco claras respecto a la marroquidad del Sáhara, aclaren sus posturas y revisen su contenido, del modo que no admite interpretaciones», afirmó.
El Frente Polisario respondió en marzo al apoyo de España al plan de autonomía marroquí asegurando que este respaldo no cambia el hecho de que desde el punto de vista del Derecho Internacional el Sáhara Occidental, a su entender, sigue siendo un territorio no autónomo para el que se debe completar un proceso de descolonización.
La decisión del Gobierno provocó una crisis diplomática con Argelia, cuyas autoridades respondieron llamando a consultas a su embajador en Madrid y frenando los intercambios comerciales con España, aunque Argel no suprimió el suministro de gas a nuestro país.