The Diplomat
El canciller de Alemania, Olaf Scholz, aseguró ayer que impulsará la construcción de un gasoducto que aumente el suministro desde Portugal y España hasta la zona central de Europa.
En un momento en el que el continente busca nuevas fuentes de energía con las que contrarrestar la dependencia de Rusia, Scholz lamentó, en una rueda de prensa que no se hayan reforzado antes las conexiones con la Península Ibérica. “Habría sido -dijo-una contribución masiva para aliviar y aligerar la situación” del suministro de gas, que Alemania ha recibido básicamente desde Rusia en estos últimos años.
Por ello, el canciller alemán defendió vivamente que se aborde un proyecto del que dijo que tratará con otros líderes de España, Portugal y Francia y que prevé exponer, de igual manera, a la presidenta de la Comisión Europea, Ursula Von der Leyen.
Uno de los proyectos a los que se refería Scholz es el gasoducto Midcat, planeado para comunicar España con Francia, a través de Cataluña, que permitiría doblar la capacidad actual de transporte de gas entre los dos países. El Midcat se encuentra paralizado desde hace años por sus elevados costes y el bajo precio que tenía el suministro ruso. Restan por construir 226 kilómetros de tuberías desde la localidad catalana de Hostalric hasta la francesa Barbaira y España pide que la UE sufrague los gastos.
Actualmente, sólo dos gasoductos pasan desde suelo español al otro lado de los Pirineos y suman una capacidad de apenas 8.000 millones de metros cúbicos anuales, cuando el ‘Nord Stream 2’, el fallido proyecto planteado para exportar gas de Rusia a Alemania, puede llevar unos 55.000 millones de metros cúbicos.
Por otra parte, el ministro español de Asuntos Exteriores, José Manuel Albares, señaló ayer en declaraciones a TVE que no hay que descartar un escenario en el que Rusia cumpla sus amenazas y decida cortar completamente el suministro de gas a Alemania poniendo en riesgo el motor económico de la UE.
En cualquier caso, Albares intentó transmitir tranquilidad en el caso de España, subrayando que, actualmente no hay problema de abastecimiento gasístico. «Tenemos el 50 por ciento de la capacidad de regasificación de Europa. En todo caso, la situación es al revés, somos parte de la solución si este escenario se produce», afirmó.