<h6><strong>Eduardo González</strong></h6> <h4><strong>La alta representante de Política Exterior y de Seguridad de la UE, Kaja Kallas, y el ministro de Asuntos Exteriores español, José Manuel Albares, optaron este viernes por no responder a las palabras del presidente de Estados Unidos, Donald Trump, en las que anunció su intención de suspender “permanentemente” la entrada de migrantes “de todos los países del Tercer Mundo” y de expulsar a “cualquiera que no sea un activo neto para los Estados Unidos”.</strong></h4> “Las políticas de migración son potestad de cada uno de los países, así que, por lo que sabemos, una cosa es la declaración y otra serán las propuestas legislativas. Ya veremos qué es lo que ocurre”, declaró Kallas en Barcelona durante la rueda de prensa de cierre del décimo Foro Regional de Unión por el Mediterráneo, celebrado en el Palacio de Pedralbes, en Barcelona. “El presidente Trump es el presidente de los Estados Unidos y, por lo tanto, es muy libre de decidir aquello para lo que los ciudadanos norteamericanos le han escogido”, declaró Albares en la misma rueda de prensa. “Yo le puedo hablar en nombre del Gobierno de España, y el Gobierno de España tiene, en todo lo que toca a la política migratoria, todo lo que toca al asilo y a los refugiados, una política muy clara, que tiene los derechos humanos en el centro de los derechos de todo refugiado, todo asilado, todo migrante”, prosiguió. “Desde luego, cuando uno ve las cifras año a año, gracias a la cooperación con algunos de nuestros amigos que hoy estaban en torno a la mesa, Marruecos, Mauritania, por citar los más importantes, ruta de entrada de inmigración irregular a España es la menor de toda la Unión Europea”, agregó. En un mensaje difundido por la red social X con motivo de la celebración del Día de Acción de Gracias en Estados Unidos, Trump arremetió contra los “patriotas estadounidenses que han sido tan generosos al permitir que nuestro país sea dividido, desorganizado, dividido, asesinado, golpeado, asaltado y ridiculizado, junto con otros países insensatos del mundo, por ser ‘políticamente correctos’ y simplemente estúpidos en materia de inmigración”. “La población extranjera oficial de Estados Unidos asciende a 53 millones de personas, la mayoría de las cuales reciben asistencia social, proceden de países en crisis, o viven en prisiones, instituciones psiquiátricas, pandillas o cárteles de la droga”, denunció. “Esta carga de refugiados es la principal causa de disfunción social en Estados Unidos, algo que no existía después de la Segunda Guerra Mundial (escuelas fallidas, alta criminalidad, deterioro urbano, hospitales saturados, escasez de viviendas y grandes déficits, etc.)”, aseguró el mandatario norteamericano. Por todo ello, el presidente de Estados Unidos anunció su intención de suspender “permanentemente la migración de todos los países del tercer mundo para permitir que el sistema estadounidense se recupere por completo”, de terminar con “los millones de admisiones ilegales de (el expresidente Joe) Biden” y de expulsar “a cualquiera que no sea un activo neto para los Estados Unidos o que sea incapaz de amar a nuestro país”. “Terminaré con todos los beneficios y subsidios federales para los no ciudadanos de nuestro país, desnaturalizaré a los migrantes que socaven la tranquilidad nacional y deportaré a cualquier ciudadano extranjero que sea una carga pública, un riesgo para la seguridad o no compatible con la civilización occidental”, añadió. “Feliz Día de Acción de Gracias a todos, excepto a aquellos que odian, roban, asesinan y destruyen todo lo que Estados Unidos representa. ¡No estarán aquí por mucho tiempo!”, concluyó.