<h6><strong>Eduardo González</strong></h6> <h4><strong>España ocupa el puesto decimotercero en la clasificación de presencia global de 2025 del Real Instituto Elcano, que precisa que Europa representa más de la mitad de esa proyección exterior, seguida de América Latina, aunque con menor peso que hace veinte años, y de Estados Unidos, donde España ha reforzado su peso.</strong></h4> El<a href="https://www.realinstitutoelcano.org/analisis/donde-esta-espana-analisis-de-la-presencia-global-espanola-desde-una-perspectiva-geografica/"><strong> Real Instituto Elcano</strong></a> ha presentado los datos de la distribución geográfica de la presencia global de España, elaborados a partir del Índice Elcano de Presencial Global, una herramienta que mide la proyección exterior de los países en los ámbitos económico, militar y blando. El estudio compara sus resultados con los objetivos de la Estrategia de Acción Exterior (2025-2028), en la que España se define como “potencia euroatlántica y mediterránea que ejerza de intersección entre Europa y África y América Latina”. De acuerdo con el informe, España ocupa el decimotercer lugar en la clasificación 2025 de presencia global, por detrás de Italia y por delante de Australia. Nuestro país mantiene esa posición desde 2011, una posición relativamente alta en comparación con su puesto en términos de PIB y de población (15º y 23º, respectivamente). Según el estudio de Elcano, España tuvo una transición más tardía a la democracia que otras potencias europeas y, con ello, ingresó en una comunidad internacional que ya había institucionalizado diversos mecanismos de cooperación multilateral. Desde los años noventa se registró una intensa internacionalización que se reflejó en el crecimiento de su presencia global, tanto en términos absolutos como de cuota (su peso sobre el agregado mundial). Así, entre 1990 y 2010, la cuota de presencia global de España pasó del 1,8% al 2,7%, “lo que es significativo en ese contexto de pérdida de peso relativo de los países europeos”. La Gran Recesión de 2008 revertió esta tendencia y redujo la presencia global de España. Esta reducción, con salvedades, fue generalizada en el resto de los socios comunitarios y se mantuvo hasta la pandemia, llevando la cuota española a su mínimo histórico. Como es sabido, la pandemia afectó especialmente a los indicadores relativos a la movilidad de personas (turismo, educación, migraciones), elementos centrales de la presencia blanda. Desde la pandemia, España ha vuelto a registrar crecimientos de su proyección exterior y ha experimentado una recuperación más sólida que la del resto de socios europeos e incluso de los principales países emergentes. No obstante, la presencia global de España sigue siendo menor que en 2010. La evolución de la clasificación de presencia global, según Elcano, es un reflejo de los cambios geopolíticos producidos en las últimas décadas y muestra, en consecuencia, una paulatina pérdida de peso de las principales potencias europeas en favor de los países asiáticos. <h5><strong>Europa </strong></h5> Por regiones, la Unión Europea absorbe en la actualidad el 38,7% de la presencia global de España, lo que constata la relevancia y el efecto centrípeto del proceso de integración. Dicho de otro modo, España se proyecta fundamentalmente hacia la UE y, en segundo lugar, hacia el resto de Europa con un 16,2%, lo que de manera conjunta supone un peso de la región del 54,9% de la presencia española. Dentro de la UE, la presencia española está muy concentrada en pocos países: Francia absorbe el 8,5%, Alemania el 5,8% e Italia y Portugal, el 3,6% y 3,5% respectivamente. Estos cuatro países suponen, por tanto, el 21,5% de la presencia global de España en 2024, un valor que se mantiene más o menos estable a lo largo del periodo. Fuera del espacio común europeo, el Reino Unido ocupa un lugar destacado en la presencia global de España, con un 7,9% en 2024, sólo por detrás de Francia. Sin embargo, su peso se ha reducido desde el Brexit. En 2015 era el primer destino de la presencia española (10,4%), debido principalmente a mayores vínculos económicos. No obstante, el Brexit no ha disminuido la relevancia del Reino Unido en las relaciones exteriores, tanto de la UE en su conjunto como de España en particular, ya que sigue siendo el segundo destino de las exportaciones de servicios y de la inversión en el exterior, así como el principal origen de inmigración y turismo hacia España. La proyección española hacia la UE es principalmente económica. 28 de esos 38,7 puntos porcentuales proyectados en la región se deben a las exportaciones de energía, bienes primarios, manufacturas, servicios e inversión en el exterior. Además, la UE es la región de mayor relevancia para la presencia blanda española –ocho puntos porcentuales–, liderando los indicadores de migraciones, turismo, deportes, ciencia y tecnología, influenciados también por marcos regulatorios como el mercado único europeo o el espacio Schengen. Por otra parte, en los últimos años se ha producido una importante novedad: el surgimiento de presencia militar en otros países de la UE, en concreto con el despliegue de tropas en Rumanía, Eslovaquia, Estonia y Letonia. Esta novedad se enmarca en el conflicto con Rusia, que afecta también a la mayor participación de España en misiones internacionales en la región europea. Por ello aumenta también la presencia militar en el resto de Europa. <h5><strong>América Latina, EEUU y África</strong></h5> En todo caso, y pese al fuerte predominio europeo, la proyección exterior española se encuentra actualmente más diversificada que en los años noventa, en línea con una Estrategia de Acción Exterior que incorpora un número creciente de socios y regiones prioritarias. América Latina sigue siendo una de las regiones más relevantes, con un 13% de presencia global en 2024, lo que la convierte en la tercera zona más importante para la proyección exterior española, por detrás de la UE y del resto de Europa. Dentro de la región, destacan México (con un 3,1%), Brasil (2,3%) y Argentina (con el 1,1%). Por otra parte, los vínculos con Norteamérica se han fortalecido con el tiempo y alcanzan el 8,2% de la presencia global de España en 2024, impulsados por su dimensión económica (6,4%), seguida de la dimensión blanda (1,8%). Estados Unidos, tercer destino de la proyección económica de España y primer receptor de la inversión española en el exterior, es el primer destino de la presencia global de España (7,5%). EEUU también destaca como segundo destino de la presencia blanda, con especial peso de los ámbitos deportivo, científico y tecnológico. Los datos demuestran también la importancia de los vínculos con África, con un 10,9% de presencia global por delante de Asia y Norteamérica, con perfiles diferenciados entre la región norte y subsahariana, y condicionados por la dimensión militar. Precisamente, la dimensión militar marca la proyección española tanto al norte como al sur del Sáhara, a través de la participación en las misiones de la Organización del Tratado del Atlántico Norte (OTAN), de la UE y de las Naciones Unidas. No obstante, mientras que, en África Subsahariana, España cuenta con dotaciones bajas pero muy repartidas geográficamente (Somalia, República Centroafricana, Malí, Yibuti, Gabón, Senegal y Mozambique), en el Magreb la presencia militar española está ligada por completo a la misión que la OTAN comenzó en 2016 en el Mediterráneo. En cambio, la proyección hacia Asia sigue siendo baja, con un 6,9% de proyección exterior en 2024, menos de la mitad que América Latina y por debajo de África. La presencia en la región está muy concentrada en China (2,2%), la India (0,6%), Japón (0,6%) y Corea del Sur (0,5%).