<h6><strong>Eduardo González</strong></h6> <h4><strong>La presidenta del Congreso, Francina Armengol, representará este sábado a España en la toma de posesión del nuevo presidente de Bolivia, Rodrigo Paz, según anunció ella misma en las redes sociales.</strong></h4> El Rey es quien habitualmente representa a España en las tomas de posesión de los presidentes iberoamericanos, una tarea que Don Felipe viene asumiendo desde 1996 cuando aún era Príncipe de Asturias. No obstante, en esta ocasión no ha podido hacerlo a causa de la visita de Estado de los Reyes a China, que comenzará este domingo. En estos casos, la representación de España suele corresponder a la presidenta del Congreso, en su calidad de tercera máxima autoridad del Estado. El presidente del Gobierno, Pedro Sánchez, que no suele acudir a estos actos, se desplazará este sábado a Colombia para asistir a la cumbre UE-CELAC. Armengol viajará acompañada por la secretaria de Estado para Iberoamérica y el Caribe y el Español en el Mundo, Susana Sumelzo. Armengol ya se encuentra en Bolivia, donde asistió este viernes “a la presentación del programa económico del presidente electo de Bolivia, Rodrigo Paz, en FEXPOCRUZ, uno de los espacios económicos y sociales más relevantes del país”. “A este importante evento hemos acudido con la vicepresidenta de la Comisión Europea, Teresa Ribera; la secretaria de Estado para Iberoamérica, Susana Sumelzo; el embajador de la UE en Bolivia, Jaume Segura; y el embajador de España en Bolivia, Fernando García Casas”, informó a través de las redes sociales. Asimismo, la presidente de la Cámara Baja se reunió con Patricia Hurtado, presidenta de la Fundación Iguales, que trabaja para empoderar a las mujeres y hacer posible la transformación social, política y económica de Bolivia, con la que se comprometió a “favorecer alianzas entre las instituciones de España y Bolivia”. El día anterior, Francina Armengol se reunió “con empresarios y empresarias españoles y bolivianos” con quienes ha podido “conocer de primera mano la realidad económica de este maravilloso país”. <h5><strong>Rodrigo Paz, nacido en Santiago de Compostela</strong></h5> Rodrigo Paz Pereira, hijo del expresidente Jaime Paz Zamora y sobrino nieto del también expresidente Víctor Paz Estenssoro (y nacido en Santiago de Compostela en 1967, hijo de una gallega y sobrino del histórico líder nacionalista gallego Xosé Manuel Beiras), se impuso al expresidente liberal conservador Jorge Quiroga en la segunda vuelta de las elecciones bolivianas, celebradas el pasado 19 de octubre. Su victoria pone fin a casi veinte años de Gobiernos del Movimiento al Socialismo (MAS), partido del hasta ahora presidente, Luis Arce, cuyo candidato, Eduardo del Castillo, se quedó en un escaso tres por ciento de los votos en la primera vuelta de los comicios, celebrada el 17 de agosto. Tras su victoria, el presidente del Gobierno, Pedro Sánchez, le felicitó a través de las redes sociales y expresó su deseo de seguir “trabajando juntos por una cooperación sólida y duradera”. Por su parte, el Gobierno declaró, a través de un comunicado, que “el pueblo y las instituciones bolivianas han ofrecido un ejemplo de civismo y respeto democrático e institucional durante una jornada electoral ejemplar, tal y como han podido constatar las Misiones de Observación Electoral presentes en el terreno, apoyadas por España”. “El Gobierno de España traslada sus mejores deseos de éxito al presidente electo y reitera su voluntad de seguir reforzando los estrechos lazos de hermandad que unen a España con el Estado Plurinacional de Bolivia, en beneficio de ambos pueblos”, concluyó. “Quiero felicitar al presidente electo de Bolivia, Rodrigo Paz”, declaró el ministro de Asuntos Exteriores, José Manuel Albares, a su llegada a la reunión del Consejo de Asuntos Exteriores de la Unión Europea, en Luxemburgo. “Desde luego, España se dispone a trabajar con Rodrigo Paz y con el nuevo Gobierno boliviano, muy especialmente en estos momentos en el que vamos camino de la cumbre de Madrid de la comunidad iberoamericana” en noviembre de 2026, añadió.