El deporte es una de las actividades más populares de los humanos desde hace miles de años, algo que se ve claramente en la cantidad de dinero que se genera en sitios de apuestas online que pueden encontrarse en páginas como casasapuestasdeportivas.es donde las personas puede invertir dinero en sus equipos favoritos. Por ende, no es de extrañar que los líderes autoritarios lo hayan utilizado a su favor, pues el deporte puede utilizarse como una herramienta para controlar y manipular a las masas. Hoy te contaremos acerca de algunos casos específicos donde esto ha quedado en evidencia.
Benito Mussolini
Cuando Mussolini organizó la Copa del Mundo de 1934, para dar continuidad a su éxito en los Juegos Olímpicos de Roma de 1932, decidió crear un llamativo trofeo nuevo para el ganador con un tamaño bastante más grande del promedio.
Mussolini planificó y supervisó toda la competición, incluidos los árbitros, lo que salió a la luz cuando el destacado equipo de Austria era una amenaza para el paso de Italia a la final y un árbitro de Suecia se excedió con numerosas faltas, beneficiando directamente al equipo italiano.
Esto llevó a Italia a ganar 1-0 gracias a un gol en fuera de juego, el Duce cenó la noche anterior con el árbitro. En la final con Checoslovaquia se repite el árbitro y los anfitriones terminaron ganando por 2-1, llevándose la gigantesca copa.
Adolf Hitler
Para demostrar su «superioridad», Adolf Hitler no dejó pasar los Juegos Olímpicos de Berlín de 1936. Todo iba viento en popa para los nazis hasta que Jesse Owens ganó la prueba de los 100 metros lisos, haciendo caer el medallero de Alemania. El Führer esperaba tomarse la revancha con el fútbol, sin embargo, la mala actuación de Alemania contra Noruega le negó ese placer.
El Mundial de 1938 estaba cerca, y Alemania parecía claramente un equipo de fútbol menos talentoso que los de Polonia y Austria, sus vecinos. Además, el equipo austriaco tenía a Matthias Sindelar, una versión contemporánea de Messi que jugaba como delantero centro.
Una estrella del deporte que fue utilizada para promover la propaganda nazista. Como resultado, los atletas austriacos fueron «animados» a jugar para Alemania cuando el país fue invadido, pero Sindelar odiaba a los nazis por el terrible impacto en su país y por el destino de sus amigos judíos.
Con motivo de los «fichajes» de algunos jugadores, se celebró un partido amistoso entre Austria y Alemania como una especie de despedida. Los austriacos, por su parte, realizaron un partido muy malo en el que desperdiciaron claras ocasiones de gol, casi a propósito.
No obstante, Sindelar decide marcar el 1-0 en la segunda parte para celebrar su gol, dirigiéndose así a la grada nazi y haciendo una reverencia burlona. Efectivamente, meses después murió en circunstancias extrañas por inhalación de gas tras una fuga en su habitación.
Francisco Franco
Mientras tanto, España soportaba el aislamiento de la posguerra, la pobreza la represión tiránica carcomían la nación a diario. Se necesitaba, un símbolo de éxito y fue entonces cuando Francisco Franco eligió al Real Madrid F.C. como emblema de autoridad. El FC Barcelona, en cambio, se consolida como una especie de resistencia.
Las iglesias del casco antiguo de Barcelona todavía están plagadas de agujeros de bala. Ni siquiera Josep Sunyol, el presidente del club, fue inmune a estos asesinatos que se realizaron en contra de miembros del equipo barcelonés, por parte del franquismo.
Esta situación incrementó el resentimiento a Franco y por ende al Real Madrid. Además, debido a la prohibición de su idioma, únicamente en el Camp Nou (estadio del Barcelona) los catalanes podían ser ellos mismos, bajo el lema de «Més que un club».
El Real Madrid, sin embargo, pasó por un periodo estéril desde 1939 hasta 1954, sin ganar nada. El Barcelona ganó cinco títulos de liga y muchas Copas del Rey durante ese periodo, al igual que el Athletic de Bilbao.
Eventualmente, el Real Madrid ganó la Copa de Europa de Clubes de 1956 a 1960, afianzando la imagen que Franco quería para España.
Sin embargo, la tolerancia de Franco se agotaría cuando España se enfrentó a la Unión Soviética, en la Copa de Europa de Francia 1960.
El dictador retiró a su selección de la competición, porque decía que habían financiado la resistencia catalana.
Sin embargo, de igual forma tuvo que enfrentarse al comunismo en el campo, y por suerte para los aficionados locales, Marcelino, de España, marcó un gol que ganó el partido y puso una sonrisa en la cara del absolutista.
Casos similares
En el mundial de Brasil 2014 también hubo enormes controversias debido a la construcción de los estadios, pues algunas fuentes declaran que se destruyeron viviendas para poder erigirlos.
Algo muy similar ocurrió en los Juegos Olímpicos de invierno en Rusia, Sochi 2014, donde además se realizaron infraestructuras, en tierras de importancia histórica para los circadianos, pues estos territorios estaban llenos de tumbas de víctimas del genocidio circadiano.
Finalmente, llegamos al caso más sonado a la actualidad, el mundial de Catar 2022. Esta nación árabe es sumamente controversial por su autoritarismo y políticas teocráticas, donde se sabe que hay miles de inmigrantes que fueron los encargados de construir los estadios, viviendo en condiciones paupérrimas y de explotación. Esto aunado al hecho de que es un país donde los derechos de las personas LGBT+ y de las mujeres todavía están en un terreno sumamente oscuro.
Conclusión
Los deportes, al igual que cualquier tipo de evento multitudinario, han sido utilizados como herramientas para controlar a la población y para dar una impresión de grandeza al resto del mundo y así lavar la imagen los líderes. Sin embargo, esto no implica que las actividades atléticas per se tengan responsabilidad de ello, así que no hay nada de malo en apoyar a nuestros equipos o haciendo uso de las casas de apuestas deportivas.