<h6><strong>The Diplomat</strong></h6> <h4><strong>El acuerdo entre el jefe del Ejecutivo, Pedro Sánchez, y el presidente de Estados Unidos, Joe Biden, para aumentar de cuatro a seis el número de destructores norteamericanos en la base naval de Rota podría generar una nueva tormenta política en el Gobierno de coalición. El PP ya ha anunciado que apoyará la medida, lo que garantizará su aprobación en las Cortes Generales a pesar de la más que previsible oposición del socio minoritario de Sánchez, Unidas Podemos, y de sus aliados parlamentarios.</strong></h4> <strong>En la Declaración Conjunta acordada por Sánchez y Biden este pasado martes en Madrid</strong>, al término de su primera reunión bilateral de envergadura justamente en vísperas de la Cumbre de la OTAN, los dos dirigentes se comprometieron a ampliar la cooperación entre España y EEUU en materia de defensa “mediante el estacionamiento permanente de buques de guerra estadounidenses adicionales en Rota”. Concretamente, <strong>Estados Unidos ha pedido la autorización de España para enviar otros dos destructores a la base en Rota, que pasarán, por tanto, de los cuatro que existen actualmente a seis. </strong> <strong>Este cambio, que obligará a incrementar en 600 el número de militares norteamericanos en Rota y a revisar el Convenio Bilateral de 1988 entre España y Estados Unidos, debe aprobarse en el Consejo de Ministros y ser refrendada posteriormente por las Cortes Generales</strong>. “Estoy convencido de que lo vamos a sacar”, declaró ayer <strong>Pedro Sánchez</strong> a la cadena SER. Según el presidente del Gobierno, “no va a haber problemas” para conseguir el apoyo del PP, a pesar de su actitud “absolutamente destructiva y negacionista”. Asimismo, Sánchez pidió “reflexión” a los partidos situados a la izquierda del PSOE para que entiendan la necesidad de incrementar la capacidad de disuasión de la OTAN. “Ni Europa ni la OTAN son organizaciones con veleidades expansionistas”, añadió. En el mismo sentido, <strong>la ministra de Defensa, Margarita Robles</strong>, aseguró que el Gobierno no tiene “ninguna duda de que se aprobará en el Parlamento” porque “es algo bueno para la seguridad, no solamente para los miembros de la Alianza Atlántica, sino para la seguridad en el mundo”. “Esto es una política de Estado, una política de Estado con mayúsculas, que trasciende a lo que son las relaciones bilaterales con Estados Unidos”, agregó. En efecto, <strong>la secretaria general del PP, Cuca Gamarra, anunció ayer que su partido aprobará la petición de EEUU porque su formación “no fallará a los españoles”.</strong> “En estas cuestiones que tienen que ver con nuestra situación en el marco de la defensa y la seguridad, estaremos a la altura de las circunstancias”, aseguró. “Por encima del partido, está el país”, añadió. Con el apoyo del PP, <strong>la ampliación de la presencia militar norteamericana en Rota ya se ha asegurado los 120 votos del PSOE, los 88 de los populares y los nueve de Ciudadanos, que también se ha comprometido a respaldarla. Estos apoyos suman al menos 217 votos, una cantidad más que suficiente para sacar adelante la propuesta.</strong> <strong> </strong> <h5><strong>Podemos y ERC</strong></h5> En cuanto a <strong>Unidas Podemos</strong>, los ministros de esta formación han optado por no pronunciarse de momento, en atención a su compromiso con el PSOE de quitarse de en medio en las cuestiones relacionadas con la Cumbre de la OTAN. En cambio, el presidente del grupo parlamentario de Unidas Podemos, Jaume Asens, ya anunció ayer, en declaraciones desde el Congreso, su oposición al acuerdo entre Biden y Sánchez porque “significa más militares, más destructores norteamericanos y, por lo tanto, una mayor dependencia o sumisión de España ante Estados Unidos”. En todo caso, precisó que todavía no se había debatido en el seno de su formación cuál será el sentido de su voto, aunque dejó claro que es “evidente” que su opinión es “diferente” a la del PSOE. Por su parte, <strong>ERC </strong>anunció ayer que votará en contra del acuerdo porque su partido “nunca va a estar a favor” de “todo lo que sea un incremento militar”, según declaró su portavoz de Defensa en la Cámara Baja, Gerard Álvarez. Asimismo, <strong>el portavoz de Más País, Íñigo Errejón</strong>, también se mostró en contra de esta medida, porque es “obvio” que “España no está en guerra”, y criticó el “lenguaje bélico” del Gobierno. <strong>Joan Baldoví, de Compromís</strong>, también expresó su disconformidad con el acuerdo entre Joe Biden y Pedro Sánchez, pero no adelantó cuál será el voto de su formación. <h5><strong>Sin urgencia</strong></h5> En cualquier caso, fuentes de la Moncloa precisaron ayer que <strong>el Gobierno no prevé aprobar de forma urgente la modificación del convenio bilateral de defensa con Estados Unidos</strong>, ya que antes <strong>la Administración norteamericana debe formalizar jurídicamente su voluntad de enviar</strong> los dos nuevos destructores. Tras el pacto alcanzado el martes entre Biden y Sánchez, Estados Unidos debe concretar los aspectos para la llegada de los destructores, que se sumarán a los cuatro que ya están de forma permanente en Rota desde los años 2014 y 2015. En consecuencia, <strong>la llegada de los dos nuevos buques no tendrá lugar de forma inminente</strong>, porque, entre otras cosas, antes deben acometerse obras en la base de Rota, que ya están contempladas en los presupuestos de Estados Unidos.