The Diplomat
El Gobierno argelino reprochó ayer a España, en un nuevo comunicado, que haya provocado la «lamentable intromisión» de la UE tras el anuncio de ruptura de las relaciones comerciales decidido por Argel y afirmó que se trata de una cuestión estrictamente «bilateral» que no tiene por qué afectar al resto de miembros de la UE.
En concreto, el Ministerio argelino de Asuntos Exteriores critica a España por elevar la cuestión a Bruselas y por amplificar la tesis de su diplomacia nacional “en detrimento de la preservación de los intereses de la Unión Europea, dentro de la que Argelia tiene el honor de tener muchos amigos y socios» y «con el vano intento de presionar» a Argel.
Argelia insiste en que la reacción de la UE incluye «declaraciones precipitadas e infundadas». «La precipitación y el sesgo de estas declaraciones resaltan el carácter inadecuado de su contenido, ya que se trata de un desacuerdo político con un país europeo de carácter bilateral, sin incidencia en los compromisos de Argelia con respecto a la Unión Europea», apunta el comunicado.
«La supuesta suspensión de relaciones comerciales y de inversión con España recogidas en dichas declaraciones oficiales de la Unión Europea se invoca precipitadamente sin ningún fundamento, y las autoridades de la Unión Europea no tienen en este caso ninguna base legal para establecer su competencia en la materia», añade. Por ello, Argel «rechaza» la activación de
un mecanismo de consulta europea para una «reacción colectiva».
Subraya el país norteafricano que «siempre» ha cumplido sus compromisos en el marco del Acuerdo de Asociación con la Unión Europea y rechaza así por «fantasiosas y maliciosas» las «insinuaciones» sobre la cuestión del suministro de gas a España por las que «el propio presidente de la República ha tenido que afirmar solemnemente la determinación de Argelia de cumplir con sus obligaciones contractuales». Argel considera que esta cuestión tiene que ver con las relaciones «estrictamente comerciales» de las empresas de ambos países.
Además, Argelia defiende su soberanía para dar por roto el Tratado de Amistad, Buena Vecindad y Cooperación que mantenía hasta ahora con España «que responde a consideraciones legítimas que se refieren esencialmente al hecho de que el firmante se ha desligado de las obligaciones y valores esenciales consagrados en este Tratado, asumiendo así la responsabilidad de vaciar este instrumento jurídico de su sustancia y cuestionar su relevancia en las relaciones entre los dos partes», argumenta.
Gobierno y oposición se enzarzan en reproches
En el ámbito interno, la campaña electoral de las elecciones en Andalucía se convirtió ayer en el escenario para que el Gobierno y el principal partido de la oposición se enzarzaron en reproches a cuenta de la crisis con Argelia.
El deterioro de las relaciones con Argelia estuvo presente tanto en los mítines del líder del PP, Alberto Núñez Feijóo, y del jefe del Ejecutivo y secretario general del PSOE, Pedro Sánchez.
En la localidad malagueña de Cártama, Sánchez aprovechó la ocasión para echar en cara al PP que en lugar de apoyar a España se haya puesto del lado argelino. Sin citar al país norteafricano, que suspendió el pasado jueves el Tratado de Amistad, Cooperación y Buena Vecindad con España y que anunció la congelación del comercio con nuestro país, el presidente del Gobierno, reprochó a los populares: “Si un tercer país presiona a España y la Unión Europea apoya a España, ellos apoyan al tercer país que nos presiona”.
En Moncloa están muy molestos con la reacción del PP mostrándose comprensivo con la actitud argelina, achacándola a la torpeza del Gobierno en la gestión de las relaciones con Marruecos al haber dado un giro en la posición sobre el Sáhara.
Mientras, en el PP, cargan contra la política exterior que desarrolla el Ejecutivo de Sánchez y ayer Núñez Feijóo lamentó desde Antequera, lo que calificó de “destrozo”, en referencia al “volantazo sin precedentes” sobre el Sáhara, que, en su opinión no sólo no ha arreglado los problemas con Marruecos, sino que ha abierto una grave crisis diplomática con un aliado estratégico para España, como es Argelia. “Ha tenido que venir la Unión Europea a arreglarlo”, afirmó aludiendo a que Bruselas advirtió de que está dispuesta a «hacer frente a cualquier tipo de medida coercitiva» que tome Argel contra uno de sus Estados miembro.
Según Feijóo, la crisis con Argelia pone «en riesgo 2.000 millones de euros de exportaciones de nuestras empresas y 4.800 millones en el ámbito del suministro del gas».