<h6><strong>Eduardo González</strong></h6> <h4><strong>El ministro de Asuntos Exteriores, José Manuel Albares, trasladó este viernes su apoyo a la democracia y al “camino europeo” de Moldavia, una semana después de la celebración de la primera cumbre bilateral entre la Unión Europea y Moldavia en Chisináu.</strong></h4> “Acabo de conversar con el viceprimer ministro y ministro de Asuntos Exteriores de Moldavia, Mihai Popsoi”, escribió Albares en las redes sociales. “Le he trasladado mi apoyo firme a la democracia en su país y a todos aquellos que la construyen cada día”, prosiguió. “También hemos reafirmado el trabajo conjunto para que su camino europeo sea exitoso”, concluyó. Albares y Popsoi mantuvieron un primer encuentro bilateral el pasado mes de marzo en Madrid, en el curso del cual el ministro español le trasladó el apoyo de España “en su camino europeo” y le reiteró el compromiso de nuestro país con la soberanía e integridad territorial de Moldavia y el decidido apoyo español frente las amenazas híbridas y los intentos de desestabilización de su democracia y sus instituciones por parte de Rusia. Los dos ministros abordaron también las reformas en curso en Moldavia en el marco del proceso de adhesión a la Unión Europea, “iniciado con la apertura de negociaciones durante la presidencia española del Consejo de la Unión Europea en diciembre de 2023”. Moldavia solicitó formalmente su adhesión a la Unión Europea en marzo de 2022 y es país candidato desde junio de ese mismo año. Los contactos políticos entre España y Moldavia se han multiplicado desde la invasión rusa de Ucrania en febrero de 2022. Albares visitó el país el 16 de marzo de ese año y el presidente del Gobierno, Pedro Sánchez, ha viajado desde entonces a Moldavia en dos ocasiones: en junio de 2022, en una visita bilateral, y en junio de 2023, con motivo de la Cumbre de la Comunidad Política Europea. Asimismo, la presidenta moldava, Maia Sandu participó en octubre de 2023 en la Cumbre de la Comunidad Europea de Granada, en la que los líderes de los 27 Estados miembros apoyaron la ampliación de la UE, por considerarla “una inversión geoestratégica en paz, seguridad, estabilidad y prosperidad” y “un motor para mejorar las condiciones económicas y sociales de los ciudadanos europeos, reducir las disparidades entre países y debe fomentar los valores en los que se basa la Unión”. Fue precisamente en nombre de la Declaración de Granada que el Consejo Europeo aprobó, el 15 de diciembre de 2023 (el último de la pasada Presidencia española del Consejo de la UE), el inicio de las negociaciones para la adhesión de Ucrania y Moldavia a la UE, después de sortear el bloqueo del primer ministro de Hungría, Viktor Orban. “Hoy es un día histórico para Europa”, declaró ese día Pedro Sánchez a través de X. En marzo de 2024, José Manuel Albares mantuvo una conversación telefónica con la viceprimera ministra para la Integración Europea de Moldavia y negociadora jefa para la adhesión de su país a la UE, Cristina Gherasimov, quien agradeció el apoyo de España a las aspiraciones europeas de Chisináu. <h5><strong>Cumbre UE-Moldavia</strong></h5> El pasado 4 de julio se celebró en Chisináu la primera Cumbre UE-Moldavia, en la que António Costa, presidente del Consejo Europeo, y Ursula von der Leyen, presidenta de la Comisión Europea, se reunieron con Maia Sandu. Al término del encuentro, los dirigentes adoptaron una declaración conjunta en la que Bruselas expresó su “firme apoyo político al proceso de adhesión de Moldavia”, acogió “con satisfacción sus esfuerzos de reforma” y estableció “compromisos en ámbitos como la energía, la seguridad y la defensa, el comercio, el desarrollo económico, la transición digital y la juventud”. También destacó “el firme apoyo de la UE a la soberanía, la integridad territorial y la resiliencia de Moldavia frente a los ataques híbridos rusos”. El pasado 18 de junio, el Parlamento Europeo aprobó un informe en el que reconocía ue las relaciones entre la UE y Moldavia han entrado en una nueva fase y elogiaba los esfuerzos del Gobierno de Chisináu para armonizar la legislación moldava con la de la UE (el denominado “acervo de la UE”). A pesar de los importantes desafíos internos y externos, como los efectos de la continua guerra de Rusia contra su vecina Ucrania y la injerencia de Moscú en los procesos democráticos de Moldavia, los eurodiputados celebraban los avances del Gobierno moldavo en el cumplimiento de los requisitos de ampliación de la UE y la ambición del país de iniciar negociaciones sobre más cuestiones relacionadas con la ampliación. Por ello, los eurodiputados instaban a la Comisión Europea a reforzar su apoyo a Moldavia para que logre estos objetivos.