<h6><strong>Eduardo González</strong></h6> <h4><strong>La Presidencia de Argelia anunció ayer la suspensión “inmediata” del Tratado de Amistad, Buena Vecindad y Cooperación con España en represalia por su “injustificable” apoyo a “la ilegal e ilegítima fórmula de autonomía” propuesta por Marruecos para el Sáhara Occidental. El Gobierno de España lamentó esta decisión y reiteró su “plena disponibilidad” para mantener y desarrollar “las especiales relaciones de cooperación entre los dos países”. El PP exigió la comparecencia urgente en el Congreso del ministro de Asuntos Exteriores.</strong></h4> Además, a última hora de la tarde, se conoció la<strong> decisión de Argel de congelar las exportaciones e importaciones con España.</strong> En una nota enviada a todas las entidades bancarias del país árabe, la Asociación de Bancos y Entidades Financieras de Argelia (Abef) anunció <strong>«la congelación de las domiciliaciones bancarias de las operaciones de comercio exterior de productos y servicios con origen y destino en España” a partir de hoy mismo.</strong> La asociación exige en su nota que se adopten todas las disposiciones necesarias para «una aplicación estricta de esta medida»<strong> La circular no establece ningún tipo de excepción para el tema de las transacciones y, por tanto, abre el radio de afectación a todo tipo de sectores, incluido el de la energía.</strong> Sólo unas horas antes, <strong>la Presidencia de la República de Argelia había señalado en un comunicado que </strong>"las autoridades españolas están embarcadas en una campaña para justificar su posición sobre el Sáhara Occidental, que viola las obligaciones legales, morales y políticas que le incumben al Reino de España como potencia administradora del territorio hasta que Naciones Unidas declare la conclusión de la descolonización del Sáhara Occidental”. <strong>“Estas mismas autoridades, responsables de un injustificable retroceso en su posición desde los anuncios del 18 de marzo de 2022, en los que</strong> <strong>el actual Gobierno español dio su total apoyo a la ilegal e ilegítima fórmula de autonomía interna propugnada por la potencia ocupante, intentan promover un hecho consumado colonial utilizando argumentos falaces”</strong>, prosiguió. “Esta actitud del Gobierno español viola la legalidad internacional que le impone su estatuto de potencia administradora y los esfuerzos de las Naciones Unidas y del nuevo enviado personal del Secretario General y contribuye directamente al deterioro de la situación en el Sáhara Occidental y en la región", continuó la Presidencia de la República. <strong>“</strong><strong>En consecuencia, Argelia ha decidido proceder a la suspensión inmediata del Tratado de Amistad, Buena Vecindad y Cooperación de 8 de octubre de 2002 con el Reino de España y que ha enmarcado, hasta ahora, el desarrollo de las relaciones entre ambos países”</strong>, concluyó el comunicado. <h5><strong>España “lamenta” la decisión de Argelia</strong></h5> En respuesta a esta decisión, el Gobierno de Pedro Sánchez emitió ayer un comunicado en el que “lamenta el anuncio de la Presidencia de la República de Argelia” de “suspender el Tratado de Amistad, Buena Vecindad y Cooperación” y asegura que <strong>“España considera a Argelia un país vecino y amigo y reitera su plena disponibilidad para seguir manteniendo y desarrollando las especiales relaciones de cooperación entre los dos países, en beneficio de ambos pueblos”.</strong> Asimismo, el Ejecutivo español reafirma su “compromiso pleno con el contenido del Tratado y los principios que lo informan, reflejados en su preámbulo y en particular la adhesión estricta a los propósitos y principios de la Carta de las Naciones Unidas y a los principios del Derecho Internacional como elementos fundamentales para el mantenimiento de la paz, la seguridad y la justicia en la sociedad internacional, en particular los principios de igualdad soberana de los Estados, de no injerencia en los asuntos internos y del respeto del derecho inalienable de los pueblos a disponer de ellos mismos”. Por su parte, <strong>el ministro de Exteriores, José Manuel Albares</strong>, aseguró a su llegada al III Foro Económico Internacional de EXPANSIÓN que España va a “seguir trabajando por una relación de respeto y beneficio mutuo” con Argelia y recordó que el Gobierno de este país, “un socio fiable y un suministrador fiable”, ha dado “garantías al máximo nivel” tanto en materia de migración como de suministro de gas, “y nada indica que vaya ser de otra manera”. <strong>El PP ha exigido la comparecencia urgente en el Congreso de Albares</strong> para que dé explicaciones sobre esta “muy mala noticia”, cuyo origen, según el principal partido de la oposición, son “los bandazos” de Sánchez respecto al Sáhara Occidental. En declaraciones a la agencia Europa Press, <strong>el delegado en España del Frente Polisario, Abdulah Arubi</strong>, justificó ayer la decisión de Argelia por el “giro radical” de Pedro Sánchez respecto al Sáhara Occidental, que “va en contra del Derecho Internacional y descarta la autodeterminación”, y advirtió de que el anuncio de la Presidencia argelina demuestra que las relaciones entre España y Argelia no son tan “sólidas” como “intentan dejar ver” las autoridades españolas. “España tiene que entender que el norte de África se compone de muchos más países, no sólo Marruecos”, añadió. Con estas medida, <strong>la Presidencia de Argelia reacciona enérgicamente a la decisión de Pedro Sánchez de comunicar a Marruecos, en una carta remitida al rey Mohamed VI el pasado 18 de abril, de reconocer la propuesta marroquí de autonomía para el Sáhara Occidental como “la base más seria, creíble y realista para la resolución de esta disputa”</strong>, un cambio de rumbo radical de la política exterior española que ha permitido superar la gravísima crisis diplomática bilateral con Marruecos al precio de arruinar las buenas relaciones con Argelia -principal suministrador de gas a España, un dato relevante en la actual crisis energética causada por la guerra en Ucrania-, lo que se ha traducido en la llamada a consultas del embajador argelino en Madrid en señal de protesta. <strong>El pasado 24 de abril, el presidente de Argelia, Abdelmayid Tebune, acusó a Pedro Sánchez de haber roto las “cordiales y fuertes” relaciones que mantenían ambos países con su decisión sobre el Sáhara Occidental.</strong> “Lo que ha hecho España es inaceptable, éticamente e históricamente”, denunció. España es la potencia administradora y “no tiene derecho a entregar a un territorio colonizado a otro país”, añadió el mandatario, quien, no obstante, garantizó que su país cumplirá absolutamente todos los acuerdos de suministro de gas a España. <strong>“Argelia jamás se deshará de sus compromisos en el suministro de gas a España, cualesquiera que sean las circunstancias”,</strong> aseguró. El ambiente se caldeó aún más al día siguiente a causa de unas declaraciones de José Manuel Albares en las que, en respuesta al presidente Tebune, calificó de “polémicas estériles” los problemas diplomáticos surgidos entre los dos países. El Gobierno argelino reaccionó inmediatamente contra estas palabras “lamentables y totalmente inaceptables” de Albares.