<h6><strong>Eduardo González</strong></h6> <h4><strong>El ministro de Asuntos Exteriores, José Manuel Albares, mantuvo este lunes en Bruselas un encuentro bilateral con su homólogo danés, Lars Løkke Rasmussen, con quien abordó, entre otros asuntos, la próxima presidencia del Consejo de la UE, que ejercerá el país escandinavo a partir del 1 de julio. </strong></h4> “Reunión con mi homólogo de Dinamarca, Lars Løkke Rasmussen”, escribió Albares en las redes sociales. “Hemos abordado la agenda europea, el apoyo a Ucrania y la grave situación en Oriente Medio”, prosiguió. “Acordamos trabajar juntos en la próxima presidencia danesa del Consejo de la UE para una Europa unida con una voz fuerte en el mundo”, añadió. Dinamarca relevará el próximo 1 de julio a Polonia en la Presidencia del Consejo de la Unión Europea. Se trata de la octava vez que el país asume el liderazgo del Consejo. Por ese motivo, el Gobierno de Copenhague lanzó el pasado jueves la página oficial de su Presidencia, en la que publicó el programa y las prioridades para este nuevo semestre. En un contexto internacional marcado por una creciente incertidumbre, la competencia geoestratégica global, conflictos persistentes y una transformación del orden mundial, la Presidencia danesa propone reforzar la capacidad de acción autónoma de la Unión, subrayando la importancia de una mayor seguridad, resiliencia económica y liderazgo global. Para ello, ha definido dos prioridades transversales: una Europa segura y una Europa competitiva y verde. En palabras de la primera ministra danesa, Mette Frederiksen, “Europa está en un momento decisivo. El muro que aseguró nuestra libertad y prosperidad ya no puede darse por sentado. Ahora más que nunca, Europa debe dar un paso adelante y mantenerse unida. Necesitamos construir una Europa aún más fuerte, una Europa más segura donde podamos proteger nuestras democracias. Tenemos que rearmar Europa y reforzar nuestro apoyo a Ucrania.” <h5><strong>Seguridad</strong></h5> En el ámbito de la seguridad, Dinamarca promete impulsar una Unión más decidida, con capacidad para defenderse por sí misma de aquí a 2030. Para lograrlo, se fomentará una cooperación más estrecha con la OTAN, al tiempo que se desarrollarán capacidades de defensa propias. Dinamarca se compromete a mantener el apoyo político, económico, militar e institucional a Kiev, así como a promover su integración en la UE junto a países como Moldavia y los Balcanes Occidentales. Además, se plantea acelerar el desarrollo de la industria europea de defensa y abordar las carencias estratégicas en capacidades militares. La seguridad, recuerda Dinamarca, también implica reforzar la resiliencia democrática. Para ello, impulsará iniciativas como el ‘Escudo Europeo de la Democracia’, orientadas a combatir la desinformación, promover la alfabetización digital y regular el papel de las grandes plataformas tecnológicas. Asimismo, se trabajará por un control efectivo de las fronteras exteriores de la UE y en el impulso de soluciones duraderas a la migración irregular, un aspecto que, según Frederiksen, “es un gran desafío para el equilibrio social de nuestras sociedades y requiere nuevas soluciones para enfrentarlo.” Este reto se abordará mediante reformas legislativas, cooperación con terceros países y nuevas herramientas que permitan retornos eficaces. La protección de infraestructuras críticas, como las energéticas o digitales, y una estrategia más sólida frente a amenazas híbridas y ciberataques también ocuparán un lugar destacado en esta agenda. <h5><strong>Competitividad</strong></h5> En paralelo, la Presidencia danesa buscará reforzar la competitividad económica de la UE, creando condiciones más favorables para las empresas, reduciendo cargas burocráticas, impulsando la innovación y atrayendo inversiones, especialmente en sectores clave como las tecnologías digitales, la inteligencia artificial, la biotecnología y el espacio. Frederiksen señaló que Europa debe ser capaz de competir a nivel global, con “menos cargas, inversiones estratégicas y la transición verde como motor de crecimiento y empleo”. La simplificación normativa será uno de los ejes de actuación, junto con una revisión del presupuesto plurianual que permita responder de forma más eficaz y ágil a los retos estratégicos de Europa. En el ámbito medioambiental e industrial, Dinamarca promoverá una transformación basada en energía limpia y asequible, con un aumento de la producción renovable, infraestructuras reforzadas y una política climática ambiciosa orientada a la neutralidad de emisiones en 2050. También se impulsará un acuerdo sobre los objetivos climáticos para 2040, con el fin de proporcionar certeza a las empresas y mostrar liderazgo internacional de cara a la COP30.