Texto y fotos: Juan David Latorre.
“El Minsommar es una fiesta para marcar el solsticio del verano, para estar en buena compañía, entre amigos y con la familia”, con estas palabras comenzó su discurso el embajador de Suecia, Per-Arne Hjelmborn, durante la celebración del Minsommar, que, como cada año, acogió la pasada semana a gran cantidad de invitados.
Con un tiempo bastante imprevisible, en el que de pronto llovía como a los minutos salía el sol, la entrañable y esperada recepción sueca para celebrar el Minsommar transcurrió entre el jardín y el interior de la Embajada, que no tuvo ninguna repercusión en la perfecta organización del evento por parte del personal diplomático sueco.
Quiso mencionar el embajador Per-Arne Hjelmborn en su discurso “los terribles hechos que nos rodean y que tenemos que afrontar como colectivo europeo. Guerras en Ucrania, en Gaza causadas por imperialismos, expansionismos y extremismos, que generan un sufrimiento insoportable en sus entornos y repercusiones en toda Europa. Y las consecuencias durarán décadas y hasta siglos. La respuesta europea tiene que ser de unidad, desde la perspectiva de la humanidad, la dignidad, el derecho internacional y los Derechos Humanos. Pero también es necesaria una Europa más fuerte para proteger esos valores que tanto valoramos.”
Resaltó el embajador sueco la campaña que ha lanzado la Embajada, con mucho humor, con el eslogan “Hazte el sueco”, para “sugerir, señaló, que este dicho no signifique mirar para otro lado, sino tomar responsabilidad, esto nos gusta a los suecos, y tomar acción frente a los desafíos climáticos y medioambientales. Hasta el momento, la campaña ha llegado a dos millones de españoles”.
En un ambiente cordial y cercano, el embajador comentó a los asistentes que “se dice que si este día colocas siete tipos de flores debajo de la almohada esta noche, vas a soñar con la persona con la que te vas a casar… Importante información”, lo que provocó las lógicas risas y comentarios. Y seguidamente dio la noticia de que ese mismo día era el aniversario de boda con su esposa Annette, lo que provocó unos “oooohhhh” entre el público de admiración y complicidad.
La recepción contó con la presencia de embajadores y representantes de Austria, Malta, Polonia, Noruega, Serbia, Bulgaria, Alemania y Rumanía.



