<h6><strong>The Diplomat</strong></h6> <h4><strong>El Gobierno español reitera su compromiso con una Libia “estable, unida y democrática”, según puso de relieve en la reunión internacional celebrada el lunes y martes en Toledo para reactivar el apoyo al programa de desarme y desmovilización en el país magrebí</strong><strong>.</strong></h4> El encuentro, organizado por<strong> el Centro Internacional de Toledo para la Paz (CITPax)</strong>, en colaboración con el <strong>Ministerio español de Asuntos Exteriores</strong>, contó con la participación de representantes de <strong>Naciones Unidas y la Unión Europea, así como de otros países, entre ellos, Estados Unidos, Reino Unido, Italia, Alemania, Turquía y Egipto, y de miembros de las distintas facciones libias.</strong> El objetivo de las dos jornadas de trabajo era, según una fuente militar libia citada por la italiana<em> “Agenzia Nova”</em> era abordar el <strong>papel del Comité Militar Conjunto 5+5</strong> en Libia, firmante del frágil alto el fuego vigente desde 2019, con un doble objetivo: <strong>acelerar la retirada de los mercenarios extranjeros del territorio libio e integrar a las milicias y grupos armados en las instituciones nacionales libias.</strong> El lunes, el encuentro fue inaugurado por el ministro de Asuntos Exteriores,<strong> José Manuel Albares,</strong> quien, en su cuenta de Twitter, aseguró que <strong>"España está implicada en la estabilización de Libia y en la seguridad del flanco sur"</strong>, una idea sobre la que ayer insistió la ‘número dos’ de su departamento, Ángeles Moreno. <strong>La secretaria de Estado de Asuntos Exteriores clausuró</strong> las jornadas de trabajo, y señaló en la misma red social que <strong>“España y la ONU están comprometidas con una Libia estable, unida, democrática y próspera”</strong>. El taller desarrollado en Toledo ha permitido que los diez miembros del Comité 5+5 (formado por cinco altos cargos de Trípoli y otros tantos del autoproclamado Ejército Nacional Libio del central Jalifa Haftar) se hayan reunido por primera vez desde que en abril congelaron sus conversaciones. Entre los asistentes, estuvieron el vicepresidente del Consejo Presidencial libio, Abdullah al Lafi; y el Jefe de Estado Mayor de las Fuerzas Armadas Libias leales al ejecutivo de Trípoli, general Mohamed al Haddad. Asimismo, figuraban entre los participantes internacionales, además de diplomáticos españoles, la asesora especial del Secretario General de la ONU para Libia, Stephanie Williams; al embajador de la UE en Libia, el español José Antonio Sabadell; el embajador de Estados Unidos en Libia y enviado especial de la Casa Blanca, Richard Norland, y Nicola Orlando, enviado especial para Libia del ministro italiano de Asuntos Exteriores y Cooperación Internacional, Luigi Di Maio; el enviado especial de Francia para la crisis libia, Paul Soler; la jefa adjunta para el Levante y el Norte de África del Ministerio de Asuntos Exteriores británico, Rosy Cave; y el embajador de Alemania en Trípoli, Michael Ohnmacht. Igualmente, participaron Ahmed Abdelmeguid, Director de Asuntos Libios del Ministerio de Asuntos Exteriores egipcio, y Barbaros Dicle, Director General Adjunto para el Norte de África del Ministerio de Asuntos Exteriores turco. Según la fuente militar citada por “Agenzia Nova", <strong>en la reunión se habló de la integración de las milicias y los grupos armados en las instituciones de seguridad y del apoyo a la aplicación del plan de retirada de mercenarios del país</strong>: no se habló de la crisis política o constitucional de Libia. Los cinco representantes "orientales" del Comité Militar anunciaron el pasado mes de abril que suspenderían su trabajo hasta que se resolviera la crisis política del país, culpando al jefe del Gobierno de Unidad Nacional, Abdulhamid Dabaiba, de una posible división política del país.