<h6><strong>Eduardo González</strong></h6> <h4><strong>Las <em>Previsiones económicas de primavera de 2022</em>, publicadas ayer por la Comisión Europea, advierten de que la recuperación plena de la crisis de la COVID-19 se retrasará en España hasta mediados de 2023 debido a las consecuencias económicas de la agresión militar de Rusia a Ucrania y a pesar de la “limitada exposición directa de la economía española” a estos dos países.</strong></h4> La Comisión publicó ayer el llamado <strong><a href="https://ec.europa.eu/info/sites/default/files/2022-european-semester-country-report-spain_es_0.pdf" target="_blank" rel="noopener noreferrer">“paquete de primavera del Semestre Europeo 2022”</a>,</strong> según el cual “la economía de la UE seguirá creciendo en 2022 y 2023”. <strong>“Sin embargo, aunque la economía de la UE viene dando muestras de resiliencia, la guerra de agresión de Rusia contra Ucrania ha creado un nuevo entorno, agravando los obstáculos al crecimiento preexistentes, que antes se esperaba que disminuyeran”</strong>, advierte el documento, que también plantea nuevos retos para las economías de la UE en relación con la seguridad del suministro energético y la dependencia de los combustibles fósiles de Rusia. En el capítulo dedicado a <strong>España</strong>, el informe recuerda que “<strong>la pandemia de la COVID-19 puso fin a seis años de fuerte crecimiento económico y a una fase de creación de empleo dinámica”</strong>. No obstante, prosigue, <strong>“tras una expansión moderada en el primer semestre de 2021, la recuperación cobró impulso durante el segundo semestre, debido a la fortaleza del mercado laboral y a la recuperación del turismo”.</strong> Por ello, asegura el documento, “se espera que la ejecución del Plan de Recuperación y Resiliencia (PRR) aumente la resiliencia de la economía española” y que “la economía mejore su competitividad de costes durante la recuperación a pesar de las fuertes presiones inflacionistas”. No obstante, el paquete de primavera advierte de que <strong>“la recuperación plena de la crisis de la COVID-19 se retrasará debido a las consecuencias económicas de la agresión militar a Ucrania por parte de Rusia” a pesar de “la limitada exposición directa de la economía española”. </strong> “La exposición directa de la economía española a Rusia y Ucrania es limitada e inferior a la de otras economías de la UE”, señala la Comisión. “La dependencia comercial y las interrelaciones de la cadena de valor con Rusia y Ucrania son pequeñas globalmente y están limitadas a algunos sectores”, y, en comparación con otros productos, las cifras comerciales y las proporciones en el total de importaciones españolas sólo son significativos en lo que se refiere al petróleo y el gas rusos (“aunque inferiores a la media de la UE correspondiente”) y a los cereales y el aceite de girasol procedentes de Ucrania. Asimismo, aunque el número de turistas rusos había aumentado significativamente antes de la pandemia, particularmente en algunas zonas de la costa mediterránea, “aún presentan globalmente una pequeña proporción a nivel global”. Por otra parte, el nivel de las inversiones extranjeras directas realizadas por Rusia es insignificante, mientras que la presencia de empresas españolas en estos países se limita a unas cuantas excepciones en los sectores de infraestructuras y comercio minorista. Asimismo, la exposición de las entidades financieras españolas, que ya es baja en comparación con la de otros países de la UE, actualmente es muy limitada debido a las sanciones adoptadas en 2014 tras la anexión de la península de Crimea por parte de Rusia. Ello también explica el escaso número de compras de vivienda realizadas por ciudadanos rusos en España. <strong>Pese a todo ello, y a la baja dependencia respecto del abastecimiento de energía procedente de Rusia, “las nuevas subidas de precios a partir de unos niveles ya elevados ejercen una presión considerable sobre los precios de consumo y los costes de producción”</strong>. En el caso de España, la proporción de las importaciones de energía procedentes de Rusia es relativamente baja en comparación con otros países de la UE, especialmente en el caso del gas y el petróleo. <strong>“Sin embargo, a pesar de contar con un conjunto muy diversificado de abastecedores de petróleo y gas”, la dependencia global respecto del abastecimiento energético exterior hace a la economía española “particularmente sensible a las variaciones de los precios en los mercados mundiales”.</strong> <strong> </strong> <h5><strong>La recuperación total se retrasa a mediados de 2023</strong></h5> Por todo ello, la Comisión cree que el crecimiento del PIB en España se ralentizará en el primer semestre de 2022 y cobrará impulso en el segundo semestre del año, cuando se espera que comiencen a remitir las subidas de precios y los problemas de abastecimiento. Sin embargo, se espera que ambas variables se mantengan a un nivel elevado a lo largo del periodo de previsión. Por ello, <strong>se prevé que la total recuperación del nivel del PIB anterior a la pandemia se retrase hasta mediados de 2023.</strong> En sus recomendaciones, Bruselas insta a España a “garantizar una política fiscal prudente” y a “ajustar sus gastos corrientes a la cambiante situación”, de manera que se pueda mantener “la ayuda temporal y específica” a los hogares y las empresas más afectadas por las subidas de los precios de la energía y a “las personas que abandonan Ucrania”. También recomienda al Gobierno que “proceda a la ejecución de su Plan de Recuperación y Resiliencia, de conformidad con los hitos y objetivos incluidos en la Decisión de Ejecución del Consejo de 13 de julio de 2021”; que incremente “la inversión pública en los ámbitos de la transición ecológica y digital y la seguridad del abastecimiento energético” a través de los fondos de la UE y que reduzca “la dependencia global respecto de los combustibles fósiles” acelerando el desarrollo de las energías renovables. <h5><strong>Calviño en el Eurogrupo</strong></h5> Por otra parte, <strong>la vicepresidenta primera y ministra de Asuntos Económicos y Transformación Digital, Nadia Calviño</strong>, celebró ayer en Bruselas <strong>la propuesta de la Comisión Europea de prorrogar en un año, hasta 2023, la suspensión de las reglas fiscales comunitarias a fin de facilitar la respuesta de los Estados miembros a las consecuencias económicas de la pandemia y la guerra de Ucrania</strong>. La cláusula “de escape” estuvo activa en 2021 y 2022 y seguirá estándolo en 2023. “España ha venido defendiendo una revisión y actualización de esas reglas fiscales lo antes posible” antes de que vuelvan a entrar en vigor, por lo que “es positivo que se extienda un año más esa cláusula de escape”, declaró a la prensa antes de su participación en la reunión del Eurogrupo. Asimismo, la vicepresidenta anunció que España utilizará parte de los 86.000 millones de euros concedidos a España a través de créditos en el marco del plan de recuperación (los 69.500 millones restantes fueron transferidos a fondo perdido) para <strong>impulsar las reformas en el sector energético</strong>. La semana pasada, la Comisión instó a todos los Estados miembros a hacer uso de estos créditos blandos para desembarazarse de la dependencia energética rusa.