<h6><strong>The Diplomat</strong></h6> <h4><strong>La segunda edición del Foro Iberoamericano de Turismo, celebrada esta semana en la localidad colombiana de Santa Marta, en Colombia, ha reclamado un “turismo más humano, resiliente y colaborativo” que tenga en cuenta el papel de las comunidades locales y de las poblaciones indígenas y que contribuya a la revitalización de los centros históricos.</strong></h4> Santa Marta acogió los días 14 y 15 de mayo la segunda edición del Foro de Turismo Iberoamericano, la cita más relevante del sector público y privado de la región. El foro, celebrado bajo el lema “De la innovación social a la competitividad sostenible: el itinerario del cambio”, fue impulsado por el Consejo de Empresarios Iberoamericanos (CEIB), la Federación Iberoamericana de Jóvenes Empresarios (FIJE), PROCOLOMBIA y ONU Turismo. El evento contó también con el apoyo de la Secretaría General Iberoamericana (SEGIB), la Organización Internacional de Empleadores (OIE), ICEX España Exportación e Inversiones y la Asociación Hotelera y Turística de Colombia (COTELCO). En el encuentro, los líderes empresariales, representantes gubernamentales, comunidades locales, organismos multilaterales, miembros de la Academia y agencias de cooperación coincidieron en que “el futuro del turismo está en el equilibrio entre lo que se comparte y lo que se protege” y que “no puede haber un turismo inteligente si no es también humano y ético”, según informó la CEOE en una nota de prensa. El foro reunió a importantes líderes del espacio iberoamericano, como la viceministra de Turismo de Ecuador, Silvana Ramírez; su homólogo en Colombia, Juan Manrique Camargo; el secretario permanente del Consejo de Empresarios Iberoamericanos-CEIB y director de Relaciones con Iberoamérica de CEOE, Narciso Casado; el presidente de la Federación Iberoamericana de Jóvenes Empresarios-FIJE, Matías Fernández; la presidenta de PROCOLOMBIA, Carmen Caballero; y la directora ejecutiva de ONU Turismo, Natalia Bayona. Los asistentes defendieron que el turismo debe evolucionar hacia “un modelo más sostenible, inclusivo e innovador, donde el desarrollo local y la cooperación regional ocupen un rol central”. En este sentido, Narciso Casado recalcó el poder del turismo para transformar territorios desde el diálogo y la colaboración, mientras que Matías Fernández defendió que el turismo es una industria transversal y dinámica, clave para la generación de empleo juvenil y la innovación sectorial. Por su parte, Carmen Caballero, presidenta de PROCOLOMBIA, incidió en el compromiso del país con un turismo sostenible y Natalia Bayona, directora ejecutiva de ONU Turismo, invitó a repensar el papel del turismo en el nuevo orden económico global, señalando a Colombia como un modelo emergente y abogando por incentivos no fiscales que contribuyan a impulsar la educación y el empoderamiento comunitario. Desde Ecuador, la viceministra Silvana Ramírez remarcó la importancia de situar a las personas en el centro de las estrategias turísticas y fortalecer el papel de las comunidades locales dentro de la cadena de valor. Finalmente, su homólogo en Colombia, Juan Manrique Camargo, presentó cifras récord del sector en el país, reiterando la urgencia de territorializar los beneficios del turismo y promover un modelo responsable y sostenible, en línea con la visión de Colombia como el “País de la Belleza”. <h5><strong>Centros históricos, comunidades locales e indígenas</strong></h5> Uno de los puntos más destacados del foro fue el debate sobre el papel de los centros históricos iberoamericanos como motores de revitalización urbana y sostenibilidad cultural. Según los intervinientes, el turismo es una herramienta poderosa para la revitalización de los centros históricos, siempre que se gestione de manera articulada con el sector público, la comunidad local y el empresariado. Los panelistas subrayaron también que la recuperación patrimonial implica grandes inversiones que solo pueden sostenerse si el turismo se convierte en un dinamizador económico. Respecto al enfoque comunitario, Silvana Ramírez, viceministra de Turismo de Ecuador, puso sobre la mesa la necesidad de transformar a las comunidades locales en protagonistas del turismo y el resto de panelistas coincidieron en que las comunidades no deben ser vistas únicamente como beneficiarias de la actividad turística, sino como protagonistas que aportan valor con su cultura, conocimiento y territorio. Especial atención recibió también el turismo indígena. En un panel en el que participaron Eduardo Gil (comunidad wiwa), Judith Nuvita Coronado (kogui), César H. Cotacachi (kichwa), Gilberto Alemancia (guna yala) y Wandy Robles (Santo Domingo), los participantes aseguraron que el turismo indígena representa una alternativa sostenible para la preservación del entorno natural, el fortalecimiento de la identidad y el empoderamiento económico. Los panelistas enfatizaron también que el turismo en sus territorios debe construirse desde adentro, respetando sus cosmovisiones y estructuras organizativas. <h5><strong>Responsabilidad social y ambiental</strong></h5> En otro panel, moderado por Juan Cierco (Iberia) y que reunió a representantes del sector privado, los intervinientes debatieron sobre cómo hacer del turismo una actividad económicamente rentable sin renunciar a su responsabilidad social y ambiental. Al respecto, se abordaron temas como la aviación sostenible, la economía circular, el empleo juvenil, la accesibilidad y la digitalización. Los ponentes coincidieron en que el turismo debe ser visto no solo como una industria de servicios, sino como una plataforma para mejorar la calidad de vida, fomentar el emprendimiento y preservar la diversidad. El foro también dedicó un espacio fundamental a la discusión sobre financiación y gobernanza como motores de avance del sector. Al respecto, Lorenzo Amor (vicepresidente de CEOE y presidente de la Federación Nacional de Asociaciones de Trabajadores Autónomos, ATA) destacó la importancia de convertir el turismo en política de Estado, más allá del discurso, con planificación, ejecución y consenso. “De esta manera Santa Marta se despidió con una visión renovada y dejó como legado una hoja de ruta común: seguir avanzando hacia un turismo humano, inteligente, inclusivo y sostenible, donde las comunidades locales, los pueblos indígenas, los empresarios, los gobiernos y los dinamizadores de turismo en su conjunto compartan una perspectiva de futuro basada en el respeto, la innovación y la colaboración”, concluye la nota de prensa.