The Diplomat
El Gobierno español condenó ayer “firmemente” la muerte de la periodista Shireen Abu Akleh, de la cadena Al Yazira, en Jenín (Cisjordania) y pidió “que se investiguen y esclarezcan los graves hechos acaecidos” y que se respeten “la libertad de prensa y el trabajo de los periodistas”.
La periodista murió ayer durante una operación israelí en esta localidad palestina del norte de Cisjordania, mientras cubría los enfrentamientos entre manifestantes palestinos y las fuerzas de seguridad israelíes en un campo de refugiados. Los vídeos muestran a la periodista con chaleco antibalas y con un casco con la palabra prensa.
La Autoridad Palestina ha culpado de la muerte de la informadora al Ejército israelí, que, por su parte, aseguró que sus tropas entraron en el recinto para detener a “sospechosos de terrorismo” y que la periodista y un compañero que resultó herido fueron alcanzados “posiblemente por disparos de palestinos armados”.
La Embajada de Israel en España publicó ayer un comunicado a través de su cuenta de Twitter en el que aseguró que la periodista de Al Yazira “resultó herida y murió, aparentemente, por los disparos de los palestinos, y no por fuego de las Fuerzas de Defensa de Israel”. “Las fuerzas de defensa israelíes siempre avisan a los periodistas que cubren este tipo de situaciones que deben tener sumo cuidado al ingresar y permanecer en los espacios donde se registran disparos por parte de terroristas”, añadió. “El Estado de Israel está a favor de la verdad y su Gobierno ha hecho un llamamiento a los palestinos para realizar una investigación conjunta”, agregó. “Manifestamos nuestro pesar por la muerte de la periodista, consideramos que la libertad de prensa es sumamente importante y actuamos a fin de preservarla”, concluyó la nota.