Alberto Rubio
La Federación Rusa ya está suspendida de la Organización Mundial del Turismo. Y no podrá volver a participar en los procesos de decisión de esta organización hasta que una nueva Asamblea General decida su readmisión. Rusia, por su parte, anunció su retirada de la OMT, aunque esta salida voluntaria no podrá ser efectiva hasta dentro de un año.
Hubo cierta confusión ayer cuando, a través de las redes sociales, la Embajada rusa en España anunció su retirada de la OMT a punto de que la Asamblea General extraordinaria comenzase su reunión. Sin embargo, se trata de dos procesos distintos.
Por un lado, la suspensión aprobada por la Asamblea es efectiva ya, con carácter inmediato. Por otro, la retirada anunciada por Rusia tendrá que seguir una serie de pasos: primero, la Embajada tendrá que enviar una carta al Ministerio de Asuntos Exteriores español, como depositario de todas las acreditaciones diplomáticas, anunciado su retirada; y sólo después podrá comenzar el trámite para hacerla efectiva, lo que puede demorarse hasta un año. Una vez que Rusia haya abandonado la OMT, tendrá que volver a solicitar su ingreso como cualquier otro país no miembro.
Respecto a la suspensión aprobada por la Asamblea, si Rusia quiere recuperar sus derechos en la organización deberá someterse a una nueva votación en una nueva Asamblea, en la que tendrá que probar que ha dejado de atentar “contra los principios fundacionales de la ONU y de los valores que representa el turismo, como son la paz, la prosperidad y el respeto a los derechos humanos”, como señaló ayer al término de la reunión la ministra de Industria, Comercio y Turismo, Reyes Maroto.
Fuentes diplomáticas consultadas por The Diplomat consideran que el anuncio por parte de la Federación Rusa de que abandonaba la OMT sin esperar a la decisión de la Asamblea General no fue más que una argucia para adelantarse a una votación que Moscú sabía que tenía perdida de antemano.
Ese anuncio, no obstante, no impidió que la Asamblea continuase con el orden del día como estaba previsto. La única diferencia es que no será necesario que la Asamblea vuelva a reunirse hoy, como estaba contemplado en el orden del día de la sesión. La Comisión ad hoc elevó su informe a la Asamblea y la votación se desarrolló de acuerdo al programa previsto.
La resolución por la que se suspende temporalmente la membresía de Rusia fue aprobada con el 78% de los votos. Un porcentaje muy superior a los dos tercios necesarios para aprobar la propuesta presentada por Francia y respaldada por la gran mayoría de los países europeos. En total, se contabilizaron 40 votos a favor de la suspensión y 11 en contra. También hubo 40 abstenciones pero, a efectos del porcentaje requerido, sólo computan los votos afirmativos o negativos, no las abstenciones.
El embajador ruso, Yuri Korchagin, fue el encargado de anunciar ante la Asamblea la decisión tomada por el Kremlin con una escueta intervención, tras la que se puso en pié y abandonó el foro, que se celebró a puerta cerrada, sin añadir nada más. El gesto, según las fuentes consultadas, indica que Rusia no tuvo en ningún momento intención de exponer argumentos para defender su invasión de Ucrania, en un cónclave en el que, por cierto, estuvo presente la directora de la Agencia de Turismo ucraniana.