<h6></h6> <h6><strong>Luis Ayllón/Eduardo González</strong></h6> <h4><strong>Moncloa está preparando una visita del presidente del Gobierno, Pedro Sánchez a Kiev, que podría tener lugar en los próximos dos o tres días, con el objetivo de expresar de manera personal su apoyo al presidente ucraniano, Volodimir Zelenski, ante la invasión rusa, según pudo saber <em>The Diplomat</em> de fuentes solventes.</strong></h4> Las mismas fuentes indicaron que, en cualquier caso, la intención es que el viaje a Ucrania<strong> se produzca esta misma semana</strong>, por lo que Presidencia del Gobierno estaría ultimando los detalles con el fin de que el desplazamiento se produzca con las mayores garantías posibles de seguridad. Para ello, Moncloa está en contacto fundamentalmente con <strong>el Ministerio de Interior, para determinar cómo se haría el viaje y la protección que se daría a la comitiva presidencial,</strong> fundamentalmente a través de efectivos del Grupo Especial de Operaciones (GEO) de la Policía Nacional, especialmente en el momento en que Sánchez pueda reunirse con el presidente de Ucrania, Volodimir Zelenski, como han hecho ya otros mandatarios europeos. Zelenski recibió a mediados de marzo la visita de los primeros ministros de Polonia, República Checa y Eslovenia; y posteriormente, el 8 de abril, la de la presidenta de la Comisión Europea, Úrsula Von der Leyen; y el Alto Representante de la UE para Asuntos Exteriores y de Seguridad, Josep Borrell. Un día más tarde, fue el primer ministro británico, Boris Johnson, quien viajó a Kiev, y el pasado día 13 lo hicieron los presidentes de Polonia y los Países Bálticos (Estonia, Letonia y Lituania). Precisamente ayer, el jefe del Ejecutivo anunció <strong>que España reabrirá “en pocos días” su Embajada en Kiev como “muestra de compromiso con el pueblo ucraniano”.</strong> “España está con Ucrania y estamos contra (el presidente ruso, Vladimir) Putin”, declaró Sánchez durante una entrevista concedida al programa <em>Espejo Público</em>, de Antena 3. <strong>“De hecho, una de las cosas que me gustaría avanzarles es que, en breve, en pocos días, vamos a reabrir la Embajada española en Kiev, como muestra de compromiso del Gobierno de España, de la sociedad española, con el pueblo ucraniano”</strong>, prosiguió. <strong>Tanto la embajadora, Silvia Cortés Marín, como el resto de la delegación diplomática española fueran evacuados el pasado 25 de febrero, un día después del comienzo de la invasión rusa de Ucrania.</strong> El pasado 8 de abril, <strong>el alto representante de Política Exterior de la UE, Josep Borrell</strong>, anunció durante su visita a Kiev (acompañado de la presidenta de la Comisión, Ursula Von der Leyen) el regreso del jefe de delegación de la Unión Europea en Ucrania. Aparte, <strong>la Embajada de Francia en Ucrania</strong> fue reabierta este pasado viernes en Kiev y <strong>el ministro italiano de Exteriores, Luigi Di Maio</strong>, anunció la semana pasada que la Embajada de su país regresaría a la capital ucraniana tras las vacaciones de Semana Santa. Eslovenia ya ha reabierto también su representación diplomática. Lituania, República Checa y Turquía, entre otros, ya han anunciado su intención de regresar a Kiev. El <strong>Nuncio Apostólico del Vaticano, el arzobispo lituano Visvaldas Kulbokas,</strong> ha permanecido en su puesto en la capital ucraniana en todo momento, incluso después de la invasión. Durante la misma entrevista, Pedro Sánchez afirmó que “<strong>es evidente que la principal fuerza de disuasión de Europa frente a Putin es la unidad, y los debates se tienen que plantear desde esa perspectiva, desde la unidad”</strong>, porque “cualquier elemento de división o de separación de perspectivas que podamos tener los Estados miembros nos debilita”. “<strong>Tenemos que ser conscientes todos de que esta guerra no es solamente una guerra entre Rusia y Ucrania, es una guerra de Putin también contra lo que representa la UE</strong> en términos de derechos fundamentales, en términos de democracia, de la defensa de la libertad y de un modelo de prosperidad basado en la justicia social”, prosiguió. “Todo eso es lo que está poniendo Putin en cuestión, y si no hiciéramos nada, si permitiéramos que Putin arrasara con Ucrania y miráramos para otro lado, el coste sería aún mayor”, añadió. Por ello, “creo que la perspectiva que está tomando la UE de unidad en la respuesta a Putin y, en segundo lugar, de acelerar todo lo que representa la transición energética verde para que Alemania, Polonia, aquellos países que dependen altamente del gas ruso, puedan depender cada vez más, como hacen España y Portugal, de las energías renovables, es la perspectiva que tenemos que dirigir y orientar en el corto y en el medio plazo”, agregó. <h5><strong>Margarita Robles </strong></h5> Por su parte, <strong>la ministra de Defensa, Margarita Robles</strong>, se mostró ayer especialmente interesada y preocupada por el posible uso de armas químicas, biológicas y radiológicas durante la guerra de Ucrania. “No se puede descartar nunca nada, estamos en una guerra con una especial crueldad, es un escenario que hay que tener presente”, declaró ante los medios durante su visita al Instituto de Toxicología de la Defensa en el Hospital Central de la Defensa <em>Gómez Ulla</em>, en Madrid, un centro de referencia en el ámbito toxicológico de las Fuerzas Armadas y también nacional. No obstante, “no hay que alarmar a nadie porque no está acreditado que sea así”, precisó la ministra, quien, en todo caso, advirtió la necesidad de estar prevenidos ante un posible ataque radioactivo o químico “porque, por desgracia, este tipo de armas son muy fáciles fabricar en laboratorios”.