<h6><strong>Eduardo González</strong></h6> <h4><strong>El ministro de Asuntos Exteriores, José Manuel Albares, ha quitado importancia al kit de supervivencia recomendado por la Comisión Europea y ha advertido de que “no hay que inquietar inútilmente a nuestros ciudadanos”.</strong></h4> “En estos momentos no hay ninguna amenaza ni para la soberanía ni para la integridad territorial de España, ni para ninguna guerra”, declaró este jueves el ministro durante una entrevista al programa 'La hora de La 1', de TVE. “Yo creo que no hay que inquietar inútilmente a nuestros ciudadanos”, añadió. Según Albares, “en algunos países del norte y el este de Europa, este tipo de ejercicios de preparación son habituales y están en su cultura de seguridad”. “Es un documento consensuado y lleva peticiones de distintos Estados”, prosiguió. “Yo creo que aquí, en España, esa cultura de seguridad es muy distinta y las necesidades son muy distintas no estamos habituados a ver estos tipos de documentos”, añadió. La Comisión Europea presentó este miércoles una estrategia para mejorar su capacidad de respuesta ante crisis. Además de fortalecer la coordinación institucional y la resiliencia de infraestructuras críticas, la iniciativa pone el foco en la preparación ciudadana, recomendando que cada hogar disponga de un kit de emergencia con suministros esenciales para al menos 72 horas. Esta medida forma parte de un esfuerzo más amplio para pasar de una gestión reactiva a una planificación proactiva frente a desastres naturales, ciberataques y otras amenazas. Factores como la guerra en Ucrania, el aumento de los ciberataques, la proliferación de desinformación y los desastres naturales intensificados por el cambio climático, según el Ejecutivo comunitario, han puesto de manifiesto la necesidad de un enfoque más coordinado y estructurado dentro del bloque. La Comisión Europea reconoce que las respuestas a crisis anteriores han sido reactivas y fragmentadas, por lo que apuesta por una planificación más eficaz. Esta estrategia se articula en torno a siete áreas de acción. En primer lugar, se mejorará la capacidad de previsión mediante una evaluación integral de riesgos y un sistema de alerta temprana más eficiente. Además, se garantizará la resiliencia de funciones esenciales de la sociedad, como el suministro energético, la estabilidad económica y la protección ambiental. La población también jugará un papel central en esta iniciativa, con campañas de sensibilización, programas educativos y mecanismos de información accesibles para fortalecer su preparación ante crisis. La estrategia también se centra en la cooperación público-privada, con el objetivo de asegurar la provisión de bienes y servicios estratégicos en situaciones de emergencia. Asimismo, se fortalecerá la coordinación entre autoridades civiles y militares para responder de manera conjunta a crisis de gran escala, incluidas posibles agresiones externas. Dentro de la UE, se optimizará la comunicación y la toma de decisiones en situaciones críticas, mientras que, a nivel global, se trabajará con países vecinos y aliados estratégicos para reducir riesgos compartidos y reforzar la resiliencia común. El plan de acción asociado a esta estrategia incluye 30 medidas concretas con plazos definidos para su implementación, marcando el paso de una actitud reactiva a una proactiva. La UE busca consolidar una estructura más integrada y eficiente para hacer frente a crisis futuras. La estrategia establece estándares mínimos de preparación para servicios críticos como hospitales, transporte, telecomunicaciones y suministro de agua. Se fortalecerá la capacidad de almacenamiento de materiales y equipos clave, garantizando reservas suficientes para responder a emergencias. Además, se implementará un plan de adaptación climática para reducir riesgos asociados a fenómenos extremos como incendios, inundaciones y sequías, asegurando la disponibilidad de recursos esenciales como el agua. La concienciación y capacitación de la ciudadanía es otro eje central de la estrategia. La Comisión Europea promoverá la preparación individual y comunitaria mediante campañas de sensibilización y educación en resiliencia. En este sentido, Bruselas recomienda que cada hogar europeo disponga de un “kit de emergencia” con suministros básicos para al menos 72 horas. También se incluirá formación en preparación para emergencias en los programas educativos y se fomentará la participación juvenil en actividades de voluntariado relacionadas con la gestión de crisis. Para reforzar esta cultura de resiliencia, se instaurará un “Día de la Preparación de la UE”, orientado a educar y entrenar a la población en medidas de autoprotección.