<h6><strong>Luis Ayllón</strong></h6> <h4><strong>El Gobierno español ha protestado ante el de Estados Unidos por la llegada del submarino de propulsión nuclear <em>USS Georgia</em> al puerto de Gibraltar, prevista para hoy, según confirmaron a The Diplomat fuentes diplomáticas.</strong></h4> <strong>Las autoridades españolas transmitieron a las norteamericanas, por los canales diplomáticos habituales, su malestar por la elección de Gibraltar</strong> para la escala del submarino, ya que dispone, a poca distancia, de las facilidades que le ofrece la <strong>base naval de Rota</strong>, donde, precisamente, el US Georgia fondeó en agosto de 2020. Las fuentes consultadas recordaron que, en cualquier caso, <strong>España no puede impedir que se realicen este tipo de escalas</strong>, porque el puerto de Gibraltar, con sus aguas interiores, fue cedido por España al Reino Unido en virtud del Artículo X del Tratado de Utrecht de 1713. Las citadas fuentes aseguraron que las autoridades españolas <strong>“velan por que este tipo de escalas se produzcan con las máximas garantías de seguridad para los habitantes y para el medio ambiente”</strong> y afirmaron que “se han puesto en marcha los protocolos correspondientes”. Se desconoce el tiempo que el submarino permanecerá en Gibraltar ni los motivos de su escala en la colonia británica, aunque otras fuentes consultadas por<em> The Diplomat</em> descartaron que se trate de una reparación. <strong>El <em>USS Georgia</em> es el cuarto submarino de propulsión nuclear de la clase Ohio de la Armada de Estados Unidos y entró en servicio en 1984 como SSBN</strong>, es decir como submarino de misiles balísticos. Sin embargo, <strong>entre 2004 y 2008 fue transformado en una nueva plataforma, designada SSGN-729, y se convirtió en un submarino capaz de lanzar misiles de crucero</strong>. No es la primera vez que España se ve obligada a protestar a Washington por la presencia de submarinos de propulsión nuclear en el Peñón. <strong>En junio del pasado año, fue el <em>USS Alaska SSBN-732</em></strong>, igualmente de la clase Ohio, permaneció varios días en el puerto de Gibraltar, sin que se explicaran los motivos de su presencia. Meses más tarde, e<strong>n diciembre, el que recaló en el Peñón fue un submarino nuclear de la clase Los Ángeles.</strong> Em ambos casos, además de las protestas oficiales, se registraron <strong>protestas de los ecologistas</strong> de la zona, que suelen expresar su malestar por la frecuente presencia de submarinos nucleares en el puerto de la colonia británica, especialmente desde que, en 2001, la nave británica HMS Tireless fuera sometido a una larga reparación en las instalaciones portuarias.