La Comisión de Asuntos Públicos del Consejo de Europa aprobó este miércoles por unanimidad un proyecto de resolución basado en el informe del español Antonio Gutiérrez Limones, en el que se subraya que es “más importante que nunca” que Europa fortalezca sus vínculos con regiones que comparten sus valores fundamentales. En este sentido, América Latina es destacada como un “aliado natural” en la defensa de los derechos humanos, la democracia y el Estado de derecho.
El documento propone revitalizar la cooperación con el Parlamento Latinoamericano y Caribeño (Parlatino), con el que la Asamblea Parlamentaria del Consejo de Europa firmó un acuerdo en 2008, pero que ha permanecido inactivo.
La reactivación de este acuerdo, afirma, permitiría fortalecer el diálogo interparlamentario y promover los estándares europeos en la región. Asimismo, se plantea el establecimiento de vínculos con ParlAmericas, una red legislativa de los países miembros de la OEA, con el fin de ampliar la proyección del Consejo de Europa en América Latina.
Uno de los objetivos es fomentar la adhesión de países latinoamericanos a tratados y convenciones del Consejo de Europa abiertos a Estados no miembros. En particular, se menciona la Convención Marco sobre Inteligencia Artificial y Derechos Humanos, el Grupo Pompidou sobre cooperación en materia de drogas y la Red de Lucha contra la Corrupción (GRECO).
Tras la aprobación del proyecto de resolución, la comisión reconoció el papel de México como Estado observador del Consejo de Europa y del Congreso mexicano como observador de los trabajos de la Asamblea, ambos por más de 25 años. Los parlamentarios destacaron que México y su Congreso deben servir como “una inspiración para otros países y sus asambleas nacionales en la región”.
En este contexto, la Asamblea Parlamentaria instó a reactivar el acuerdo de cooperación con el Parlatino y contribuir a su implementación. Para ello, propuso invitar al presidente del Parlatino a dirigirse al plenario de la Asamblea, facilitar la participación de delegaciones en sesiones y eventos, y organizar reuniones conjuntas para abordar temas de interés común.
El informe concluye que una cooperación más estrecha entre Europa y América Latina no solo fortalecería los valores democráticos y de derechos humanos a nivel global, sino que también permitiría el intercambio de experiencias para afrontar desafíos actuales como el cambio climático, la migración y la revolución digital.