<h6><strong>Julio García</strong></h6> <h4><strong>España instará a la Unión Europea a ampliar su presupuesto para el periodo 2028-2034, hasta el punto de casi doblar el actual, llegando al 2% del Producto Interior Bruto (PIB) anual en respuesta a las amenazas del presidente de los EE.UU., Donald Trump.</strong></h4> Así lo recoge en un documento oficioso, al que tuvo acceso EFE, preparado de cara a la negociación del próximo marco financiero plurianual (MFP), que comenzará en los próximos meses y suele ser de las más divisivas en la UE. La Comisión Europea pondrá la primera piedra el próximo miércoles al presentar su «hoja de ruta» para el MFP. En el mismo, el Gobierno defiende que la UE necesita un presupuesto «más ambicioso» para responder a los desafíos que se plantean en un contexto de «intensificada competencia global y perturbaciones digitales», como la «triple transición verde, digital y social» y la necesidad de impulsar la competitividad europea, pero también el refuerzo de la seguridad y defensa del continente. «El nuevo MFP 2028-2034 debería, por tanto, ser mayor y más audaz, haciendo el mejor uso posible de todos los recursos disponibles para abordar nuestros retos comunes y asegurar la provisión de bienes públicos europeos mientras protege el modelo socioeconómico del ADN de la UE», dice el documento. En concreto, España ve necesario que el futuro presupuesto de la UE represente «al menos el 2 % del PIB anual de la UE», frente al poco más de 1 % que representa en el periodo actual (1,1 billones de euros). Si se suman los 750.000 millones del fondo de recuperación Next Generation, que expirará en 2026, el marco actual subía al 1,8 % de la renta nacional bruta. Para nutrir este presupuesto, que tradicionalmente sale en su mayor parte de las arcas de los Estados miembros, España propone crear nuevos recursos propios que generen ingresos directamente al presupuesto comunitario, así como emitir deuda común para financiar inversiones de interés europeo. «Un mecanismo común basado en préstamos financiado por deuda conjunta apoyaría inversiones estratégicas y financiaría bienes públicos europeos a pesar de las presiones para la consolidación fiscal», dice el documento, que añade que este podría destinarse a apoyar inversiones en sectores fundamentales, incluyendo el de seguridad y defensa». «En un contexto en el que Europa debe aumentar dramáticamente la inversión pública para aumentar su competitividad y garantizar su seguridad económica, hay razones económicas para financiar inversiones que produzcan futuros retornos comunes emitiendo deuda común», argumenta España. La emisión común de deuda se ha utilizado para financiar el fondo de recuperación Next Generation, pero el acuerdo sin precedentes logrado en pandemia dejaba claro que se trataría de un mecanismo temporal y muchos países, con Alemania, Países Bajos o los nórdicos a la cabeza, siempre se han opuesto a replicar estas emisiones en el futuro, aunque las presiones para aumentar el gasto en defensa amagan con suavizar estas reticencias.