<h6><strong>The Diplomat</strong></h6> <h4><strong>Los jefes de Estado y de Gobierno de la Unión Europea, entre ellos el jefe del Ejecutivo español, Pedro Sánchez, aprobaron ayer el nuevo paquete de sanciones contra Rusia en respuesta a la invasión de Ucrania por parte del régimen de Vladimir Putin.</strong></h4> <strong> </strong> El presidente del Consejo Europeo, Charles Michel, convocó urgentemente esta reunión extraordinaria del Consejo Europeo para abordar “la situación en Ucrania tras las acciones militares que ha emprendido Rusia sin mediar provocación y sin justificación alguna, que violan gravemente el Derecho internacional y socavan la seguridad y la estabilidad europeas y mundiales”. Las nuevas sanciones, elaboradas por la Comisión Europea, “abarcan el sector financiero, los sectores de la energía y el transporte, los productos de doble uso, el control y la financiación de las exportaciones y la política de visados”, según se lee en texto de conclusiones adoptado por el Consejo Europeo. Asimismo, amplía la lista negra de sanciones individuales para incluir en ella a los oligarcas próximos a Putin y a personas implicadas en la operación militar. Aparte, los jefes de Estado y de Gobierno de la Unión Europea pidieron a la Comisión Europea que prepare planes de contingencia en materia energética ante el posible impacto de las sanciones en la economía europea. No obstante, este paquete de sanciones no agota todas las medidas previstas por la UE, que podría reservarse nuevas actuaciones a la espera de que lo que pueda suceder. De momento se han descartado medidas contundentes sobre el suministro energético, un tema que generó grandes divisiones en la UE, o sobre la expulsión de Rusia del sistema de telecomunicaciones de banca SWIFT, que facilita las transacciones financieras. Esta medida había sido solicitada por los países bálticos y por Bélgica. Según informó previamente la presidenta de la Comisión Europea, Ursula von der Layen, el objetivo de estas sanciones es que tengan un “duro impacto” sobre la economía rusa y contribuyan a lastrar su crecimiento, a aumentar la inflación y a erosionar su base industrial. Para ello, el nuevo paquete de sanciones -–que se añaden a las aprobadas anteriormente esta misma semana- incluye restricciones a los visados y al transporte, restricciones económicas y comerciales y financieras para “acabar con el crecimiento de Rusia, incrementar sus costes de financiación, aumentar la inflación e intensificar la salida de capitales” y medidas para impedir el acceso a tecnologías clave, como componentes de gran valor añadido o software, “de las que la élite obtiene gran parte de sus beneficios”, precisó Von der Layen. En la rueda de prensa posterior a la cumbre, la propia Von der Leyen precisó que la nueva ronda de sanciones incluye el bloqueo del 70 por ciento del sistema bancario y empresas estatales rusas al mercado de capitales e impedirá la transferencia de tecnología para refinar petróleo, lo que afectará a un sector que obtuvo 24.000 millones en exportaciones en 2019. También se bloquean las operaciones de ciertas aerolíneas rusas y los visados a empresarios y políticos rusos. La UE empezó a activar ayer su respuesta desde que empezaron a llegar las informaciones procedentes de Ucrania. Por la mañana, los jefes de Estado y de Gobierno de la Unión Europea aprobaron <strong>una declaración conjunta</strong> en la que condenaron “con la máxima firmeza la agresión militar sin precedentes que Rusia ha llevado a cabo contra Ucrania”. “Con las acciones militares que ha emprendido sin mediar provocación y sin justificación alguna, Rusia está violando gravemente el Derecho internacional y socavando la seguridad y la estabilidad europeas y mundiales”, prosigue la declaración. Posteriormente, <strong>el alto representante de la UE para Política Exterior y de Seguridad, Josep Borrell</strong>, declaró que “estas son las horas más oscuras de Europa desde la Segunda Guerra Mundial”. “La UE responderá con la mayor firmeza posible y acordará el paquete de sanciones más duro que jamás hayamos aplicado”, añadió. Por su parte, <strong>Charles Michel declaró durante la rueda de prensa conjunta con Ursula von der Leyen y con el secretario general de la OTAN, Jens Stoltenberg</strong>, que “este ataque no provocado e injustificado no se parece a nada que haya ocurrido en suelo europeo desde el final de la Segunda Guerra Mundial”. “Es un ataque contra el Estado libre y soberano de Ucrania y su integridad territorial, una violación flagrante del Derecho internacional, que sustituye el Estado de Derecho por la brutalidad”, además de “un ataque a la paz y a la seguridad en Europa” y, por tanto, “a los cimientos de nuestra Unión Europea”. Asimismo, la presidenta del Parlamento Europeo, Roberta Metsola, declaró antes de reunirse con los líderes participantes en la cumbre extraordinaria, que la ofensiva rusa ha sido “un ataque directo al corazón del modelo de sociedad democrática, que Putin quiere dividir porque teme este modelo”.